El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
viernes, 23 de julio de 2021
Papeles para aprender. Picasso, con Velázquez y el Greco en el Prado
jueves, 13 de mayo de 2021
"Pasiones mitológicas" en el Museo del Prado
Recorrido por la exposición «Pasiones mitológicas» con Alejandro Vergara
Alejandro Vergara, comisario de la muestra junto con Miguel Falomir, comenta en este vídeo esta exhibición que califica como «quizá el gran proyecto del Museo del Prado de 2021».
Una ocasión única para ahondar en esta cuidada selección de la pintura mitológica realizada en Europa en los siglos XVI y XVII.
jueves, 14 de noviembre de 2019
Buenas noches. Arte y ruido
A pesar de lo anterior, pudimos contemplar con gusto hace unos días la magnífica exposición “Historia de dos pintoras: Sofonisba Anguissola y Lavinia Fontana”. Se trata de dos artistas italianas de los siglos XVI-XVII que rompieron con la visión tradicional de las mujeres como seres incapaces de practicar las artes teniendo visibilidad social. Sofonisba Anguissola alcanzó fama por sus retratos, llegando a ser profesora de pintura de Isabel de Valois, tercera esposa de Felipe II. Lavinia Fontana fue la primera mujer en abrir un taller propio, en el que realizó una amplia producción que incluía desnudos femeninos, tema vedado hasta entonces a las mujeres.
Es muy recomendable la visita a esta exposición, así como a otra muy curiosa que muestra las “Cartillas” que servían para aprender a dibujar entre los siglos XVII al XIX. Se puede pasar un muy agradable rato contemplándolas. Y si hay suerte y uno encuentra un cierto silencio, el goce será aún mayor.
Buenas noches.
miércoles, 1 de agosto de 2018
jueves, 6 de julio de 2017
Buenas noches. Posible y real
miércoles, 3 de julio de 2013
Buenas noches. Quítate tú, que me pongo yo
sábado, 13 de marzo de 2010
El arte del poder
Actualmente se exhibe en el Museo del Prado una interesante exposición sobre El arte del poder. Se trata de una colección de armaduras y pinturas que muestran el arte del momento al servicio del rey y de los que podían usar la "alta costura" del momento, realizada, claro está, en acero.
lunes, 2 de febrero de 2009
Lo que hay que ver / 6 / Bacon
La conmemoración del centenario del nacimiento del pintor ha movido a la Tate Britain de Londres, al Metropolitan Museun of Art de Nueva York y al Museo del Prado a crear esta exposición itinerante que nos llega tras haber sido expuesta en Londres y que posteriormente viajará a la ciudad americana.
Bacon estuvo muy ligado a España. De hecho, murió en Madrid. En el Prado pasaba largas horas, cuando el Museo estaba cerrado, contemplando las salas dedicadas a Goya y a Velázquez. Y la poesía de Lorca inspiró sus cuadros sobre las corridas de toros.
La pintura de Bacon es un duro y honesto intento de comprender la condición humana. Si uno se acerca sin prejuicios a sus cuadros, se detecta la angustia reprimida y violenta que se muestra en los gritos, la fragilidad del ser humano, su vulnerabilidad, la presencia constante del miedo en la brutalidad de la vida cotidiana, de la soledad y de la muerte. Su homosexualidad, que le hizo llevar una vida difícil, y su tormentosa relación con Peter Lacy, un alcohólico violento, inspiran su obra, al igual que su último compañero, George Dyer, un hombre frágil y patético que se suicidó en 1971, dos días antes de que Bacon inaugurara una gran exposición suya en París.
La pintura de Bacon exige una mirada cómplice para que tanto la técnica como la temática de sus cuadros penetren en el espectador y se pueda captar la belleza de su trágica visión de la vida del ser humano.
Puedes leer los comentarios que hay en la página del Museo del Prado, que son muy útiles para comprender cada una de las secciones de la exposición.
martes, 27 de enero de 2009
Limpiando la mesa / 6 / Asombro
Emilio Lledó (Sevilla, 1927), querido y admirado hoy por cualquier persona con sensibilidad y con ánimos racionales, publicaba el pasado domingo 18 de enero, en El País Semanal, un artículo titulado ‘Lo bello es difícil’, en el que glosaba la imponente exposición que hasta el 12 de abril puede contemplarse en el Museo del Prado, con el nombre de ‘Entre dioses y hombres’. Se trata de una colección de 60 esculturas clásicas procedentes del Museo Albertinum, de Dresde, junto con otras existentes en el propio Museo madrileño. Es una ocasión buena y única para admirar, por ejemplo, el “Emperador Clodio Albino” o la espectacular “Ménade de Dresde”.
Quiero resaltar aquí sólo un par de párrafos del artículo de Lledó.
La vida humana o el camino que va desde el asombro hasta el amor.Al entrar en el Prado para recorrer con la mirada la exposición, no podemos por menos de recordar una palabra maravillosa de las muchas que hemos heredado de la
cultura griega y que, espero, no se nos vayan olvidando. Esa palabra es el "asombro" (thaumasía). Parece que fue esta extrañeza ante los misterios del mundo, ante la armonía de los astros, ante la luz y la belleza que podían mostrarnos, lo que provocaba ese asombro. Asombrarse suponía descubrir lo "otro" y saber establecer esa distancia que nos permite entender. Si vivimos saturados de entorno, aplastados de noticias que no queremos o no podemos discernir; si no sabemos intuir esa lejanía necesaria para mirar, para entrever, incluso para tocar lo que nos rodea, estamos en el camino, en el mal camino, de perder la sensibilidad y, por supuesto, la inteligencia. Fue el asombro, la distancia, el no querer dar por hecho nada de lo que observábamos, lo que originó, decían los griegos, la filosofía, o sea, la curiosidad, el apego, la necesidad y la pasión por entender y entendernos.
Una experiencia asombrosa es, pues, la visita a esta exposición de esculturas del Museo Albertinum de Dresde y el Museo del Prado. El primer momento de asombro, de distancia ante tanta belleza, es el que nos lleva a pensar que fueron ellos, los griegos, quienes la inventaron al debatir largamente sobre esa palabra "bello" (kalós), que junto con la "verdad" (aletheia) y la "justicia" (dike) marcaban y nutrían el espacio de la cultura, de la paideia. La cultura, entendida no como un bloque de artes, conocimientos y saberes, sino como un proceso, una construcción encarnada en la estructura natural, la physis; un dinamismo que convertía a ese animal atado a todos los instintos de los otros animales en animal que con el logos, con la palabra, con la capacidad de entender y crear, trascendía los límites de su propia animalidad y entraba así en un territorio absolutamente nuevo, el territorio de lo humano. Y en él, no sólo la palabra nos distinguía, sino también la mirada: el aprender a mirar y, desde esa mirada, descubrir el querer, el amar.
Amamos el conocimiento, amamos el saber, pero sobre todo amamos la vida. La vida
que nos ofrece el gozo de los sentidos..
lunes, 10 de noviembre de 2008
Lo que hay que ver / 5 Rembrandt
Sólo por contemplar la expresión de la cara de Betsabé, su tristeza contenida, sus ojos pensativos y entristecidos por la fatalidad y su boca inundada por la duda, merece la pena acudir a ver la exposición organizada en el Museo del Prado con el título de Rembrandt. Pintor de historias, que podrá contemplarse hasta el 6 de enero.
Betsabé sucumbió a los deseos de David y quedó embarazada. El rey envió entonces a su marido a la primera línea de la guerra para que muriera en el combate, cosa que sucedió y que permitió que David tomara por esposa a Betsabé. El niño fruto de la relación entre Betsabé y David nació, pero Jehová castigó a David haciendo que el niño muriera. Más tarde, de ambos nacería Salomón.
También a Rembrandt se le murió un hijo. El pintor se había casado en 1634 con Saskia van Uylenburg, con la que tuvo cuatro hijos, de los que sólo sobrevivió uno, Tito. En 1642 murió Saskia y Rembrandt inicia una relación con su sirvienta Hendrickje Stoffels, de la que en 1652 nace un hijo muerto.
El paralelismo entre el relato bíblico y la biografía de Rembrandt es, en este asunto, evidente. El cuadro está realizado en 1654 y en él toma como modelo a Hendrickje, mostrando con ella la distancia entre un cuerpo bello y atractivo y la tragedia de una vida plasmada en el rostro de la mujer.
La exposición muestra una treintena de obras, de todas las épocas por las que atravesó el artista, traídas de diversos museos del mundo.
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miércoles, 27 de agosto de 2008
El retrato del Renacimiento
El retrato renacentista y la consideración de la persona como individuo marchan parejos en la historia. En la evolución del retrato en esta época se comprueba cómo se va agrandando el ámbito de los retratados, pues todas las capas sociales terminan siendo consideradas. Crece, por otra parte, el tamaño de los retratos pues, al final del siglo XV, en lugar de ser guardados, serán expuestos y colgados en las paredes. Como los intereses en el uso de los retratos empiezan a ser distintos, surgen diversos tipos de ellos, incluidos los deformados y aparentemente irreconocibles, como son las anamorfosis.
Se pueden ver en la exposición obras de Durero, Van Eyck, Antonio Moro, Tiziano, Rafael y Sofonisba Anguissola, una de las pocas mujeres pintoras de la época, entre otros muchos.
De martes a sábados, de 18.00 a 20.00 horas, y los domingos, de 17.00 a 20.00 horas, la visita al Museo del Prado es gratuita. Salvo los lunes, el Museo abre de 9.00 a 20.00 horas.