Amar no es servirse de nadie, sino, más
bien, servir a la persona amada, apoyarla, desvivirse por ella,
ayudarle a vivir, de la mejor manera posible, la vida que ella
quiera.
Esto lo tienen que entender muy bien los hijos y las hijas,
para que nadie nunca se sirva de nadie.
Buenas noches.