La degradación de lo humano, la mediocridad y la mala educación se van extendiendo tanto, que uno se ve sin capacidad para intentar enderezar un rumbo, individual y colectivo, que parece llevarnos fatalmente a la catástrofe. Nos queda solo el grano de arena personal, con el que ingenuamente espera uno resquebrajar la montaña, sabiendo que ni son maneras ni hay esperanza de conseguirlo. Y nos queda también la soledad de querer ser con los otros, pero observando que los otros con los que podría uno ser son cada vez menos, y sintiendo en tu interior cómo los ideales de ser humano y de un mundo bueno se van descomponiendo en granos de arena, con los que, como último recurso, se intenta inútilmente resquebrajar la montaña.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
sábado, 5 de octubre de 2024
jueves, 25 de julio de 2024
Cuesta abajo
Quizá primero fue la poca formación democrática y el consecuente rechazo a este sistema político. Luego aparecieron la intolerancia y el odio. Pronto murió la ética y muchos no se dieron cuenta. Luego cayó el sentido del ridículo, de lo que también parece que algunos, afectados directamente, aún no son conscientes, y apareció la lógica degradación, amparadas en el “Todo vale” y el “Que cada uno haga lo que pueda”. Ahora circulan a sus anchas la mentira, el “yo hago lo que me interesa, aunque quede mal” y el “¿quién me va a decir a mí lo que tengo que hacer?”. El ser humano, que era un intento racional de salir del estado de animalidad inicial, pasó a ser un homo economicus, y ahora es, a las claras, un ser embrutecido. El camino discurre cuesta abajo.
martes, 19 de julio de 2022
Olvidarse de los ciudadanos
Cuando un político se olvida de los ciudadanos -que le pagan para que les organice bien la vida- y se dedica exclusivamente a buscar negocios para que los suyos ganen dinero, ese político alcanza las más bajas simas de la degradación, los ciudadanos más sensibles y los más pobres comprueban que están perdidos, y el resto sigue a lo suyo mirando para otro lado.