El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
martes, 25 de enero de 2011
domingo, 6 de diciembre de 2009
Berlusconi: NO
jueves, 22 de octubre de 2009
Berlusconi contra las mujeres: firma
El mundo sigue adelante, aunque no se sabe si lo que hay delante es lo que antes había detrás. Y Berlusconi sigue a lo suyo. Zafio, machista, ordinario, cateto, bruto, imbécil, chulo, o sea, Berlusconi.
“Como siempre, usted es más guapa que inteligente”
le ha dicho a una ex ministra con la que no estaba de acuerdo. Este tipo no tiene ni límite ni humanidad. Una cosa peligrosamente parecida a un ser humano, como lo llamó Saramago.
El diario La repubblica, en Italia, ha organizado una recogida de firmas para que las mujeres protesten contra este individuo que ha confundido la vida con sus infiernos. Te invito a que firmes. Pincha aquí. En la página del diario tienes la posibilidad de leer el escrito en español.
martes, 30 de junio de 2009
Berlusconi
"Si dimite, lo procesan. Antes de dimitir se haría garantizar la inmunidad como Pinochet. Vea su sonrisa: es genuina, auténtica. No miente. Trasluce: "Yo os doy la papilla. De los escándalos el país no sabe nada de nada. La televisión no informa, y el 80% de los italianos se informan a través de la televisión". Controla seis de siete canales, y el séptimo tiene miedo. Es imposible que le pasen la cuenta. No hay esperanza."
lunes, 8 de junio de 2009
La cosa Berlusconi
No me gustaría, en todo caso, que se confundiera la excusa de las fotos recientemente publicadas con el núcleo de lo que significa este ser “peligrosamente parecido a un ser humano”. No es que celebre fiestas con chicas y con señores desnudos lo escandaloso, sino el uso de fondos públicos para ello, el estilo de este tipo y la chulería autoritaria de la que hace gala. Hoy es el prototipo de salvaje urbano y el modelo para muchos débiles de conciencia que no ven más allá de lo que les interesa para vivir hoy olvidándose de que existen como seres humanos.
El artículo de Saramago apareció en El País de ayer 7 de junio de 2009. Dice así:
La cosa Berlusconi
No veo qué otro nombre le podría dar. Una cosa peligrosamente parecida a un ser humano, una cosa que da fiestas, organiza orgías y manda en un país llamado Italia. Esta cosa, esta enfermedad, este virus amenaza con ser la causa de la muerte moral del país de Verdi si un vómito profundo no consigue arrancarlo de la conciencia de los italianos antes de que el veneno acabe corroyéndole las venas y destrozando el corazón de una de las más ricas culturas europeas. Los valores básicos de la convivencia humana son pisoteados todos los días por las patas viscosas de la cosa Berlusconi que, entre sus múltiples talentos, tiene una habilidad funambulesca para abusar de las palabras, pervirtiéndoles la intención y el sentido, como en el caso del Polo de la Libertad, que así se llama el partido con que asaltó el poder. Le llamé delincuente a esta cosa y no me arrepiento. Por razones de naturaleza semántica y social que otros podrán explicar mejor que yo, el término delincuente tiene en Italia una carga negativa mucho más fuerte que en cualquier otro idioma hablado en Europa. Para traducir de forma clara y contundente lo que pienso de la cosa Berlusconi utilizo el término en la acepción que la lengua de Dante le viene dando habitualmente, aunque sea más que dudoso que Dante lo haya usado alguna vez. Delincuencia, en mi portugués, significa, de acuerdo con los diccionarios y la práctica corriente de la comunicación, "acto de cometer delitos, desobedecer leyes o padrones morales". La definición asienta en la cosa Berlusconi sin una arruga, sin una tirantez, hasta el punto de parecerse más a una segunda piel que la ropa que se pone encima. Desde hace años la cosa Berlusconi viene cometiendo delitos de variable aunque siempre demostrada gravedad. Para colmo, no es que desobedezca leyes sino, peor todavía, las manda fabricar para salvaguarda de sus intereses públicos y privados, de político, empresario y acompañante de menores, y en cuanto a los patrones morales, ni merece la pena hablar, no hay quien no sepa en Italia y en el mundo que la cosa Berlusconi hace mucho tiempo que cayó en la más completa abyección. Este es el primer ministro italiano, esta es la cosa que el pueblo italiano dos veces ha elegido para que le sirva de modelo, este es el camino de la ruina al que, por arrastramiento, están siendo llevados los valores de libertad y dignidad que impregnaron la música de Verdi y la acción política de Garibaldi, esos que hicieron de la Italia del siglo XIX, durante la lucha por la unificación, una guía espiritual de Europa y de los europeos. Es esto lo que la cosa Berlusconi quiere lanzar al cubo de la basura de la Historia. ¿Lo acabarán permitiendo los italianos?