La paz interior no suele aparecer
cuando se quiere, ni cuando se necesita, ni cuando se ponen los
medios adecuados.
La paz interior, la que te permite sentirte vivo, a
gusto, la que posibilita que logres crear, que entiendas lo que hay y
que puedas relativizarlo todo, esa paz interior es un regalo de los
dioses que, si aparece, lo hace cuando tiene que aparecer, sin que
uno pueda decidir ese momento querido.
Paradójicamente, puede que
uno llegue a tener más influencia en que otra persona logre esa paz
interior que en que la encuentre uno mismo.
Buenas noches.