No te calles.
Sobre todo, no te calles
los elogios, los sentimientos afectivos, lo que te dice la mente -o
el corazón, como prefieras- en favor del otro.
¿Para qué te vas a
llevar a la tumba lo que puede alegrar la vida a alguien?
Tus afectos
son tu manera de entender una relación con otra persona.
Hazla
presente.
Dilo.
Nada va a cambiar.
Nada te va a comprometer.
Simplemente, la vida a ser más honesta, más agradable, más
sincera, más bonita.
Buenas noches.