NOSOTROS.
NOS
ha pasado al castellano sin alteración, pero solo para un uso átono,
sin acento, como complemento del verbo o reflexivo, "nos vio,
nos vamos". La forma tónica, con acento, como sujeto y con
preposiciones, se ha reforzado con otros:
nos-otros,
"nosotros vamos", "con nosotros". Otro
deriva del latín alter,
y esto ocurre en el castellano y en paralelo en el catalán
nosaltres,
pero no en el portugués nós,
ni el francés nous
ni el italiano y rumano noi.
VOSOTROS.
El
vos
latino sufrió una evolución interesante, que está muy estudiada, a
través de los textos, siglo a siglo. En principio coexistieron la
forma tónica vos
y la átona vos.
Después vos
dejó de significar plural, pasó a ser fórmula de tratamiento
alternativa a tú,
y apareció vosotros
para las formas tónicas (entre el s. XIII y el XV) y os
para las átonas (s.XVI). En el s. XV se impuso vuestra
merced,
que acabaría desembocando en usted.
Finalmente vos
quedó como sinónimo de tú
en
casi toda América. El voseo
es absoluto, y culto, en Argentina, Paraguay y Uruguay, y en Costa
Rica, pero es residual, o restringido a áreas rurales, por toda
Hispanoamérica, menos el Caribe, que siempre estuvo en contacto
directo con la Península.
Falta
referirnos a se,
que ha pasado del latín al castellano sin sufrir ninguna
transformación. Incluso conserva su indiferenciación respecto al
singular y plural. Este se
sí que pertenece realmente al sistema me,
te,
se,
nos,
os,
se;
lo vemos también en la serie conmigo,
contigo,
consigo.
Él
- ella,
con su diferenciación de género, son recién llegados, son como
adoptados.
DEMOSTRATIVOS.
Ya
que hemos hablado de demostrativos... El demostrativo latino tenía
tres localizaciones espaciales: este, ese y aquel. No todas las
lenguas romances los han heredado como el español. El francés solo
tiene ceci
- cela,
el catalán solo tiene aquest
- aquell.
Como el inglés, por su parte, solo tiene this
- that.
El euskera también tiene tres: honek,
horrek,
hark,
El latín tenía hic,
iste
e ille.
Hic
se ha perdido y su lugar lo ocupó iste
- ista
- istud,
nuestro este;
is
- ea-
id
pasó a ocupar el lugar de iste
para formar nuestro ese;
e ille
ya hemos visto, en la entrega anterior, que pasó a ser el pronombre
personal y el artículo, y se recaracterizó como ecce+ille
para formar nuestro aquel.
Un lío, es cierto. Hazte un croquis; si no...
Pero
aunque hic
se haya perdido, está en la raíz de palabras muy interesantes: hoy
deriva de hoc
die,
este día; aguinaldo
de hoc
in
anno,
en este año, porque se utilizaba en las canciones populares de Año
Nuevo; y una muy bonita, pero,
de per
hoc,
por esto; también el arcaico hogaño,
de hoc
anno,
en este año, y el latinismo ad
hoc,
para esto, adecuado.