A lo largo de la vida me he encontrado
con personas con las que he compartido algún tiempo y algunas
actividades. Descubrí que algunas de ellas no tenían un especial
deseo de conocerme, de saber cómo pensaba ni qué era lo que hacía.
Su verdadero interés era juzgarme y situarme en un supuesto plano de
inferioridad respecto a su situación o a sus costumbres. Solían
formar un grupo en el que se apoyaban mutuamente en sus estrategias.
Como no me gusta la guerra, nunca se la declaré. Intentaba
desconcertarlos, neutralizarles sus acometidas y ponerles cara de
espejo, intentando que se dieran cuenta de lo que hacían. Nunca los
mandé a tomar vientos, pero en cuanto pude, desaparecí. Me temo que
estos personajes abundan.
Buenas noches.