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martes, 10 de noviembre de 2020

El infinito en un junco / 3




En la página 146 de su libro dice Irene Vallejo que

“esta antigua fe en la cultura nació como un credo religioso, con su lado místico y su promesa de salvación”.

Y añade: 

“Lo único que merece la pena es la educación -escribe en el siglo II un seguidor de este culto-. Todos los otros bienes son humanos y pequeños y no merecen ser buscados con gran empeño. Los títulos nobiliarios son un bien de los antepasados. La riqueza es una dádiva de la suerte, que la quita y la da. La gloria es inestable. La belleza es efímera; la salud, inconstante. La fuerza física cae presa de la enfermedad y la vejez. La instrucción es la única de nuestras cosas que es inmortal y divina. Porque solo la inteligencia rejuvenece con los años, y el tiempo, que todo lo arrebata, añade a la vejez sabiduría. Ni siquiera la guerra que, como un torrente, todo lo barre y la arrastra, puede quitarte lo que sabes”.

Para algunos esta idea sigue siendo hoy válida, pero me da la impresión de que somos pocos.



martes, 11 de diciembre de 2018

Buenas noches. Diferencias




Solo los pobres de mente odian las diferencias. La riqueza siempre viene de lo diferente. 

Buenas noches.

lunes, 4 de junio de 2018

Buenos días. Silencio




Cuanto más silencio, más riqueza. 

Buenos días.


sábado, 1 de agosto de 2015

Buenas noches. Reparto




Este mundo está organizado injustamente. No es solo que los bienes y las riquezas estén pésimamente repartidas, es que también el frío y el calor se viven de manera distinta por unos y por otros. 

Buenas noches.

viernes, 18 de julio de 2014

viernes, 24 de mayo de 2013

Buenos días. La clase tosca




La clase tosca, esa tan poblada de gente antigua, retrógrada, inculta, que ve la vida con los ojos de la riqueza y nada más, que no cree en la democracia, que no soporta esta vida y necesita inventarse otra, cuando las cosas no le van bien, se vuelve aún más tosca. Intenta así evitar que los toscos caigan en la tentación de tomar conciencia y dejen de serlo. La clase tosca se radicaliza, pierde el sentido del ridículo y comienza a hacer disparates de un calibre superlativo. La clase tosca está hoy tan extendida lamentablemente que puede parecernos que lo tosco es lo normal.

Me parece muy peligrosa esta actitud de quedarnos quietos ante tanta tosquedad con apariencia de normalidad. Creo que deberíamos ser más críticos, más racionales, más dialogantes y ser capaces de distinguir en lo que vemos lo que vale de lo que no vale. Me da igual que tú pienses que vale lo que yo creo que no. Es justamente la tosquedad lo que es uniforme y excluyente. Yo defiendo todo lo contrario: que cada uno piense como quiera, pero que sea capaz de justificar con argumentos lo que defiende. Con argumentos -que somos humanos- no con creencias o con órdenes de arriba. Somos humanos en tanto que pensamos. Y si no pensamos, nos quedamos en meros juguetitos en manos de los toscos que quieren manejarnos.

Creo que no queda otro remedio que ponernos a ser críticos. Los tiempos vienen así. Buenos días.