Ni todos los hombres somos iguales, ni todas las mujeres son iguales ni todos los hombres son iguales a todas las mujeres. Todos los seres humanos somos diferentes, pero todos tenemos los mismos derechos. Esto quiere decir que somos todos iguales.
Este es un principio básico de la humanidad.
Todo ser humano debe reivindicarlo.