CAFÉ
(1705).
La palabra viene del turco kahvé, y esta del árabe
qáhwa. Al español llega a través del italiano
caffé. El origen del producto es Etiopía y
desde Arabia se difunde en el siglo XVI por todo Oriente Medio hasta
el norte de África. Entró en Europa hacia 1600, y se llevó a
América hacia 1700. La palabra cafetería
se creó en México y se propagó desde EEUU.
TÉ
(1739).
Es la pronunciación dialectal t´e, del chino
mandarín c^a, de donde viene el cha
portugués y de otras lenguas, por ejemplo las eslavas. Es muy
curiosa la distribución, en las lenguas del mundo, de la forma
té-tea frente a la forma cha.
Todo depende de la zona con la que comerciara o se suministrara cada
comerciante. El caso del té es otro de los muchos en los que viaja
la palabra con el producto.
MATE
(1740).
Del quechua mati, calabacita, por la calabaza
vaciada empleada para tomar la infusión de la hierba mate. Ya lo
tomaban en época precolombina los guaraníes. Hoy día es consumido
desde Argentina a Bolivia, Uruguay, Paraguay y sur de Brasil. Es un
ritual, mucho más que una simple bebida.
HORCHATA
(1734).
Del latín hordeum, cebada, de donde hordeata;
en catalán orxata. Se discute si proviene del italiano
o es un mozarabismo local evolucionado desde el latín al nacer la
lengua. En Valencia tan popular como el producto, elaborado con
chufas, es el cuento etimológico según el cual Jaime I, el
conquistador de la ciudad, le dijo a la muchacha que se lo ofreció:
"Esto es oro, chata", "or, xata" en
catalán.
SODA
Es
agua a la que se añade dióxido de carbono, CO2, sin saborizantes.
Se fabricó utilizando bicarbonato sódico, de donde le ha quedado el
nombre de soda. El término sodio
viene del árabe sawda. Hoy quizás es el inglés
la lengua de cultura, antes lo fue el latín, pero alrededor del año
1000 la lengua de cultura era el árabe y en la Química ha quedado
el rastro. Hoy un yanqui en un club de Manhattan puede tomarse su
whisky con soda, y !qué ironías tiene la Historia!, ahí está ese
precioso arabismo incrustado en la cultura más hipster. SIFÓN
se llama también a un agua carbonatada, por esas botellas que tienen
un tubo en el que circula el líquido hacia arriba, y esto por
similitud con el verdadero sifón,
sistema de conducción de líquidos en U. La palabra sifón ya
estaba en latín y en griego, significaba tubo, y parece que viene de
una raíz indoeuropea, de la que procede también tibia.
El agua carbonatada fue llamada en Francia SELTZ, palabra
que tuvo cierto uso en España, por un manantial alemán de ese
nombre, cuyas aguas de efervescencia natural fueron comercializadas
desde fines del XVIII.