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viernes, 16 de septiembre de 2016

Los viernes, etimologías. 129. Dignidad, indignados



El otro día leí en El País un artículo sobre el concepto de dignidad, que me interesó mucho. Javier Gomá llama "escándalo de la Filosofía" al hecho de que dignidad sea un concepto que nadie ha definido. Él, en un largo artículo, intenta definirla como "aquello propio de toda persona, inexpropiable, que hace al individuo resistente a todo, incluso al interés general y al bien común". Estaba yo pensando si sería lo que los antiguos llamaban honor

"Al rey la hacienda y la vida
se ha de dar, pero el honor
es patrimonio del alma,
y el alma solo es de Dios." (Calderón)

Pero Gomá dice que la dignidad se tiene desde el nacimiento, y se conserva incluso con una odiosa indignidad de vida. Incluso el peor asesino tiene una dignidad de persona que debe ser respetada. Ah, pues el honor, no; el honor necesita méritos morales, se puede perder, y se puede arrancar, deshonrar al otro, y la dignidad nunca se pierde ni se puede arrancar a nadie. Se pisotea, sí, mil veces cada día. Pero envileciendo al que lo pisotea, y despertando una repugnancia sentida por cualquier persona.

Bueno, vayamos a la etimología de la palabra DIGNIDAD. El latín dignitas deriva de dignus, digno. DIG es una forma de la raíz indoeuropea DEK, con cambio de timbre, con timbre i. Esta raíz, que significa tomar, aceptar, es vieja conocida de los fieles lectores de estos articulitos, porque de ella nace un árbol muy frondoso, con numerosas palabras, y muy importantes, que comparten raíz con digno. Con vocalismo e es la raíz de decus-decoris, de donde vienen decoro, decente; dexter, de donde diestra, destreza, ambidextro; el verbo griego δέχομαι (déjomai, aceptar), origen de cultismos como diadoco, sinécdoque o pandectas. Con vocalismo o son muy productivos el verbo griego δοκέω (dokeo, enseñar) y latino doceo, origen de dogma, doctor, docente, ortodoxo, heterodoxo, paradoja, dócil, doctrina, documento y muchas otras. También el latín disco, aprender, origen de discípulo y disciplina, es de esta raíz. Una palabra muy curiosa de esta raíz es fonda, del árabe fúndaq, (alhóndiga es otra forma de esta palabra, con artículo árabe), y este a su vez del griego πάνδοκος, que acepta a todos, de παν (pan, todos) y δέχομαι, aceptar. ¡Qué vueltas da la vida, la vida de las palabras!

Este es el parentesco etimológico de digno. Dek no es una raíz de un significado del mundo concreto, como oveja o miel, sino un significado del mundo abstracto, aceptar, tomar, lo que siempre afecta de forma más difusa a los vocablos derivados. Digno significa merecedor de ser respetado. Derivados de digno son los dignatarios (palabra acuñada en el siglo XIX), ya antes llamados dignidades, desdén (con prefijo negativo), fidedigo (digno de fides, fe), indigno, indignar, indignante e indignado.

Los INDIGNADOS son las personas que se irritan por la falta de dignidad o denuncian que la dignidad no es respetada. Indignados es quizás la palabra española que más recientemente ha sobrevolado el mundo entero a raíz del movimiento del 15M.