Los nacionalismos, los de amplio alcance y los más pequeños, incluidos los localismos, los que necesitan expresarse con banderas para hacerse notar, juegan con la exaltación de los sentimientos para anular la racionalidad. No promueven tanto ideas, como emociones, con lo que la manipulación de las voluntades se hace más fácil. Y si al ser humano se le sustrae su racionalidad, es como si su humanidad quedara reducida a su mínima expresión. Cada vez que en la actualidad veo el uso de una bandera sin venir a cuento, pongo a buen recaudo la cartera y la mente.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
sábado, 16 de enero de 2021
lunes, 9 de noviembre de 2020
Dicho en el pasado. Sentimientos
9 de noviembre de 2018
Nunca me gustó esa extraña asociación que se hace con frecuencia entre el amor y el corazón. Da a entender algo así como que el amor es un sentimiento. Y claro que el amor tiene una dimensión sentimental, como todo, pero si lo definimos como un sentimiento -o como una emoción- y nos quedamos en eso, me parece que tergiversamos la esencia del amor y, además, nos situamos en una perspectiva muy peligrosa. La mayor parte de los problemas de pareja -algunos muy trágicos- vienen de considerar así el amor, como algo que fundamentalmente se siente. Creo que el amor, entendido sensatamente, tiene una fuerte dimensión racional que encierra una actitud meditada y factible de procurar el bien de la persona amada, de analizar la viabilidad de una relación, de saber cómo querer a la otra persona. Todo ello irá acompañado de sentimientos y de emociones, pero limitarse a considerar estos últimos aspectos es como creer que un equipo de fútbol gana los partidos sin un plan racional y bien pensado de preparación, sintiendo fuertemente los colores del club, o algo parecido.
lunes, 28 de septiembre de 2020
Dicho en el pasado. Banderas
28 de septiembre de 2017
Creo que las banderas expresan y despiertan emociones y sentimientos, pero no muestran ningún argumento. Nos estamos acostumbrando peligrosamente a hablar y a vivir sin argumentos. Cada vez me gustan menos las banderas.
miércoles, 9 de septiembre de 2020
Dicho en el pasado. Sentimientos
lunes, 13 de enero de 2020
Buenas noches. Odio
El mundo se mueve según los sentimientos y las emociones, particularmente por el odio. El amor es solo un arma de resistencia.
Buenas noches.
jueves, 4 de abril de 2019
Buenas noches. Armonía
viernes, 29 de marzo de 2019
Buenas noches. Decisiones
jueves, 17 de enero de 2019
Buenas noches. Emociones
martes, 8 de enero de 2019
lunes, 7 de enero de 2019
viernes, 13 de julio de 2018
Buenas noches. Abrazo
lunes, 11 de junio de 2018
Buenas noches. Tiempos
lunes, 25 de diciembre de 2017
Buenas noches. Elementos
sábado, 4 de noviembre de 2017
Buenas noches. Racionalizar
sábado, 28 de octubre de 2017
Buenas noches. Emociones
jueves, 5 de octubre de 2017
Amaia Bakaikoa. Sobre el enamoramiento
Aquí surgen emociones muy intensas, pero a su vez poco profundas, de cariño, pasión y admiración.
En consecuencia, el deseo y la pasión son inmensos; y en ese estado de exaltación se ve todo de color de rosa, se sienten mariposas en el estómago, los nervios nos invaden ante nuestr@ enamorad@ y hay una constante ansiedad por ser correspondid@...
Estar enamorad@ es una sensación muy agradable y placentera, pero tiene una parte negativa que es esa euforia, distorsión cognitiva y obsesión por la pareja que frecuentemente impide que nos centremos en los demás ámbitos de la vida.
Esta fase suele durar entre unos meses y dos o tres años.
Mantener eternamente este estado eufórico sería una locura para una persona, y, afortunadamente, todo vuelve a su cauce y con el tiempo y el conocimiento del otr@ se va entrando en la fase de amor que conlleva mayor serenidad, estabilidad, tranquilidad y seguridad.
A nivel neuroquímico se produce oxitocina que es la responsable del establecimiento de vínculos afectivos profundos e intensos.
Y este estado sí que puede ser muy prolongado en el tiempo; incluso puede durar eternamente.
A partir de este momento amoroso es cuando se suelen establecer los compromisos que la pareja libremente decida (vivir junt@s o no, hij@s, casarse o no, fidelidad o no...)
Lo que les ocurre es que como ya no sienten con tanta intensidad aquello que sentían al principio, creen que se ha apagado la chispa inicial y dejan la relación pensando que está todo acabado ("ya no siento mariposas","ya no es lo que era" etc.)..
Y no entienden que en realidad esta bajada de la euforia inicial es el proceso normal deseable y por ello desechan a su pareja y van a buscar otra que les despierte de nuevo esas intensas pero poco profundas emociones.
Se pasan la vida entre parejas fugaces buscando el enamoramiento hasta que después de varios fracasos se preguntan qué es lo que hacen mal...
Son l@s enamorad@s del enamoramiento.
Y cometen un error de concepto porque confunden enamoramiento y amor.
Han introyectado la idea del amor romántico que identifica erróneamente amor con pasión desenfrenada y con la sensación de no querer despegarse de la pareja y la obligación de sentir deseo sexual a todas horas.
La elección de pareja debería estar basada en criterios tanto emocionales y pasionales como racionales.
Hay que racionalizar el amor; y cuando surge en nuestras vidas una persona que nos atrae y nos enamora, a partir de esa bella e ilusionante base hay que trabajar día a día para conocerse y llevarse bien a través de acuerdos y negociaciones que nos lleven a conseguir establecer un vínculo positivo que fortalezca y haga crecer la relación de forma enriquecedora.