Hay quienes huyen de lo antiguo como de
la peste. Creen que solo lo moderno merece la pena, que el hoy ha
desterrado con rabia el ayer. Es una creencia absurda y hasta
peligrosa. Posiblemente conozcas a alguien que, por ejemplo, tiró a
la basura un mueble antiguo porque había ahora otros nuevos que
estaban más de moda. Me parece más certera la distinción entre lo
que vale y lo que no vale, con independencia de la época de su
creación. Lo que ocurre es que para usar esta distinción hay que
tener un criterio de valor, y eso ya es más difícil.
Buenas noches.