CIRUELA
(1106) en latín cereola
es seguro de la familia de cera y dudoso CEREZA
(1330), latín ceresia.
Ciruela y cereza son en portugués ameixa
y cereja,
y en catalán, pruna
y cirera.
El
euskera tiene nombres autóctonos para frutos autóctonos como nuez -
inxaurra,
ciruela - arana,
y tiene latinismos como higo - pikua
(con su rechazo de la f inicial de ficus) o castellanismos para
frutas importadas, melokotoia
o pomeloa.
FRESA
(1611) viene del francés fraise,
y esta del latín fraga.
En italiano fragola,
en catalán maduixa,
de origen galo, y en portugués morango.
GUINDA
(1400) tiene un oscuro origen, quizás germánico.
Hay
una fruta llegada de América, la PIÑA
(S. XV), llamada así en todo el español por su parecido con la piña
del pino, en latín pinea.
Para el resto del mundo es ANANÁS,
palabra acuñada en portugués a partir de la lengua guaraní.
El
PLÁTANO
(1554), en cambio, es llevado de Canarias al Caribe por los españoles
en 1516. Plátano, aplicado también, y antes, al árbol que tanto
abunda por nuestras plazas y avenidas, viene del griego platanos.
Hay
un curioso híbrido: del holandés pompel,
grande, más el portugués limâo,
limón, en inglés se acuña pommelo,
de donde viene nuestro POMELO
(1940), en portugués toranja.
En
latín ficus
es el árbol y fica
el fruto; en catalán sigue siendo femenino, figa.
HIGO
(1140) en castellano. De higo vienen hígado y figón. Siempre se ha
relacionado el higo con el órgano sexual femenino. Ya en Roma se
hacía la fica,
un gesto obsceno, y en el diccionario español está higa,
con el significado de gesto de ofensa. Es curioso, cambian los
gestos: hacer la higa fue antiguamente dirigir al contrario el dedo
pulgar entre índice y medio y en cambio hoy, de coche a coche en la
carretera, lo ofensivo es señalar con el puño y el dedo medio
extendido. Esto pertenece a mentalidades antiguas, la infamia, el
honor, que en gran parte era el qué dirán. Así y todo, respecto a
las formas estamos deseducados por la mentalidad victoriana de lo
correcto, de lo privado, impuesta por la burguesía. El honor está
pasado de moda, ya solo es un tema del teatro calderoniano y "palabra
de honor" ya solo significa un escote. La traición... ni
siquiera figura en el Código Penal.
¿Pero...
no estaba yo hablando de frutas?