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domingo, 11 de enero de 2009

Más madera / 11 / La desocupación / y 2

¿Y qué van a hacer los ciudadanos ante el paso de esta especie de procesión tecnológica? Ojalá, en aras del espectáculo, que nos encontremos con algún señor que, al paso de uno de los autobuses que muestran el sí, caiga postrado de rodillas y se ponga a adorar a Dios. (Por cierto, ¿a cuál de ellos?) No nos gustaría, en cambio, que algún otro, dotado con peor carácter, se dedicara a lanzar tomates al paso del autobús expositor de la postura contraria. Más posible nos parece que algunos aplaudan a los que coincidan con sus preferencias. Ignoro si los Ayuntamientos respectivos habrán instruido convenientemente a los guardias de tráfico para que tercien poniendo orden en las eventuales trifulcas que se puedan organizar en la vía pública entre intelectuales de una y otra postura, cosa que se debería prever con más acierto que la posibilidad de que caiga una nevada en Madrid.



Un par de pequeños detalles, para terminar. Los que defienden que probablemente Dios no exista llaman “Bus ateo” al que porta su mensaje. No veo mucho acierto en tal designación, a menos que ser ateo o no serlo sea como llevar una pegatina o no llevarla. A este paso vamos a ver, no sólo buses ateos, sino también perros ateos, bolsos ateos y nevadas ateas.



Los del bando contrario proclaman que, y cito literalmente, “Dios si existe. Disfruta de la vida en Cristo”. Estos buenos creyentes se han lanzado a gastarse unos dineros y a una ardua labor intelectual para que cualquier persona mínimamente instruida les pueda decir que están haciendo el ridículo. Porque no defienden el “”, sino el “si”. Si observas el texto, no es una afirmación lo que aparece en él, sino una especie de oración condicional a medio hacer. O sea, nada. Se han preocupado de Dios antes de ocuparse de mejorar la ortografía o de comprobar en qué invierten sus dineros y así no se puede ir en serio a ninguna parte. Están demasiado desocupados.
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sábado, 10 de enero de 2009

Más madera / 10 / La desocupación / 1



Hay gente que está muy desocupada. Ya lo sabíamos desde hacía tiempo, pero ahora comprobamos que el no tener nada que hacer ni nada que leer ni nada que cocinar está llevando a ciertas personas a dedicarse a unos asuntos más propios de aquellos superdotados que son capaces de alcanzar una borrachera sin haber probado el alcohol.

Ahora resulta que el antiquísimo y debatidísimo tema de la existencia de Dios está en un lugar insólito, está en la calle. Por una parte, la Iglesia Evangélica de Fuenlabrada, y, por otra, una serie de asociaciones, entre las que cabe citar la Unión de Ateos y Librepensadores y la Asociación Madrileña de Ateos y Librepensadores (AMAL), están gastándose todos ellos unos dineros, que, al parecer, le sobran, en poner unos carteles de propaganda en los autobuses urbanos e interurbanos de, por ahora, Barcelona y Madrid.

Esta Casa L ya se hizo eco del asunto cuando tal afición comenzó en Londres, pero, la verdad, no pensábamos que la diatriba intelectual y callejera fuera a extenderse así hasta llegar tan cerca.
Esto parece demostrar que no existe el mundo, sino que hay varios mundos. Y que en uno de ellos no debe de haber ni crisis económica, ni guerras de ningún tipo, salvo las intelectuales, ni violencia de género, ni problemas sanitarios, ni educativos. Nada. En ese mundo sólo parece existir un problema que merezca la pena: el de si Dios existe o no existe. Y en resolverlo gastan los dineros y los esfuerzos.

Símbolo ateo adoptado por Ciberateos

A mí me gusta enormemente lo espectacular, lo diferente, lo raro, lo que te llama la atención y lo que te saca de la monotonía diaria. Por eso recibo con gran alborozo esta controversia ciudadana y autobusera. O sea, que por mí, que sigan. Incluso que pongan argumentos a favor y en contra en los taxis o, mejor, en las paradas de los autobuses, para así amenizar las esperas. Lo que no entiendo es qué es lo que pretenden. Los creyentes supongo que querrán aumentar las listas de partidarios, dado que las religiones suelen poseer ese noble deseo de salvarte el alma aunque tú no hayas caído en la cuenta de que necesitabas hacerlo. Pero ¿y los ateos? ¿es que van a crear una especie de Iglesia de ateos? ¿para qué pretenden convencer a los demás de que Dios no existe? Aunque lo que dicen es que probablemente Dios no existe, que no nos preocupemos y que disfrutemos de la vida, con lo cual, mucho convencimiento tampoco parece que vayan a generar en quienes lean el anuncio y comprueben que sólo habla de una probabilidad. ¿Qué buscan, entonces? ¿Venden algo?
(continuará)
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