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sábado, 3 de noviembre de 2012

El estilo del PP




He leído con intranquilidad, con desazón, con preocupación y hasta con un cierto miedo el artículo que Walter Oppenheimer publica hoy en El País con el título de “Trillo, un virrey en Londres”.

Lo puedes leer en este enlace, pero quiero entresacar algunas frases que me parecen, por una parte, terribles, y, por otra, muy significativas del estilo que practican los gobernantes del PP. Fíjate bien:
Las grandes empresas dijeron que sería un desastre ir contra la voluntad del embajador y que sería la muerte. Y amenazaron con retirarse de la Cámara. No tienen ni moral, ni principios, ni ética”, sostiene una fuente. 
...ahora tengo la sensación de que lo que se hacía hace 40 años durante la dictadura y lo que se hace ahora es lo mismo. No veo diferencia entre esto y los pucherazos del siglo XIX”, señala otra fuente. 
Esto es chavismo. Es anacrónico. Es una visión patrimonial del ejercicio del poder y de la Administración. Es la vuelta al derecho de pernada. ¿Cómo, que he estado ocho años cercando la ciudad y ahora que la he conquistado no puedo saquearla?”, ironiza otra fuente. 
La llegada de Federico Trillo está transformando la embajada en muchos sentidos. “Los actos han cambiado”, explica un asiduo a las recepciones. “Tengo la impresión de que hay un porcentaje muy alto de gente del Opus Dei. Una de las frases que más se oyen es ‘Nos conocemos de misa, ¿verdad?’. El 12 de octubre había hasta monjas. Nunca había visto monjas en la embajada”, añade.Trillo no oculta que es del Opus Dei y de misa diaria. Ahora, lo primero que se ve al entrar en el salón de espera es la talla de un santo. Él asegura que no es cosa suya. “Alguien me dijo, ‘mira, ha vuelto el santo’, dando a entender que antes no estaba ahí”, explica, como diciendo que otros, no él, habían decidido volver a ponerlo.

Hasta aquí las citas. Observo el estilo de Trillo. Me recuerda al estilo de Gallardón, de Fátima Báñez, de Wert, de tantos y tantos ministros, alcaldes y políticos del PP. Y mi conclusión me preocupa: en estos políticos hacen aguas la ética, la política y creo que también psicología, por ser suave en la descripción. No sé a dónde vamos a ir a parar, así, tan tranquilos. Qué horror.