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viernes, 1 de noviembre de 2024

Destrucción

 


El capitalismo neoliberal, con todas las dimensiones en las que está incrustado, está destruyendo el clima, las mentes y la humanidad de las personas. Toma distancia y lo comprenderás.

martes, 9 de enero de 2024

Mujeres al descubierto. 9/ 1/ 2024. Katherine Mansfield, escritora / Noticias.


 

Katherine Mansfield, nacida el 14 de octubre de 1888, y murió en FontainebleauFrancia, el 9 de enero de 1923), fue una escritora neozelandesa. Se la considera una importante figura del modernismo literario.

Tienes más información aquí.





NOTICIAS


Eliane Brum, periodista y activista por el clima: “El capitalismo ha destruido nuestro instinto de supervivencia”

Decidió luchar por la Amazonia desde la primera línea del frente de su destrucción y se trasladó de São Paulo a Altamira. Ahora publica un libro en el que advierte que poner en peligro el mayor bosque tropical es hablar de un holocausto de las especies, incluida la nuestra.


Noticia aparecida en El País, que puedes leer aquí.






Tienes que llegar a ser lo que quieras ser.

viernes, 30 de julio de 2021

Ganar


Hay que ganar y ganar. Siempre ganar. Hay que ganar, sobre todo, dinero. Hay que ganar el partido. Hay que ganar el campeonato. Hay que ganar una medalla. Hay que ganar la discusión. Hay que ganar el juicio. Hay que ganar tiempo. Hay que ganar el pulso. Hay que ganar influencia. Hay que ganar la batalla. Hay que ganar la votación. Hay que ganar más que el año anterior. Hay que ganarse la vida. Hay que ganar como sea. Hay que ganar siempre. Hay que ganar. Da igual que quedes maltrecho. Da igual que pierdas la vida. Lo importante es ganar. Este capitalismo viejo e inhumano te exige ganar siempre, aunque la victoria sea pírrica (aquella que se consigue con más daños para el que gana que para el que pierde). ¡Qué disparate!

lunes, 27 de enero de 2020

Buenas noches. Agresivos



Esta mañana he recibido una llamada telefónica de la Compañía de Gas Natural Preventiva. Tras preguntar por mí, una señorita me ha leído un texto informándome de que mañana -así, de un día para otro- se pasaría por casa un técnico, del que me iba a dar su nombre y no sé qué más, para efectuar la revisión obligatoria de la caldera y del resto de aparatos que tuviera. Me aclaraba, además, que no tenía que pagar nada en el momento, sino que el importe me lo pasarían por el banco. La he interrumpido diciéndole que eso me lo iba a hacer la empresa oficial otro día, según me informaron por escrito hace meses, y que yo no tenía ese servicio contratado con su compañía. Muy contrariada me dijo que ya recibiría una carta y que tuviera un buen día.

Esta señorita era una pobre víctima del sistema, que hace que haya personas que tengan que dedicarse a estas deplorables labores para subsistir. Lo que me parece impresentable -y debería ser ampliamente censurado, si los ciudadanos supieran algo más del mundo en el que viven- son las maniobras de este capitalismo salvaje y agresivo que padecemos. Vas por la calle y tienes que sortear al tipo que te informa de dónde te puedes tomar una copa, o dónde puedes comer, o dónde puedes vender oro o dónde puedes hacer una donación. Vas en el autobús y no puedes ver el paisaje porque han colocado una propaganda en la ventanilla vendiendo cursos o viviendas. Estás en casa y por teléfono te ofrecen a horas intempestivas cambios de compañías telefónicas o, como en este caso, servicios que tú no has pedido, haciéndote ver erróneamente que son obligatorios, cuando lo que te hacen es una revisión previa por la que te cobran un ojo de la cara.

Una vez tuve que aguantar en la puerta de casa a un jovencito, vestido con chaqueta y corbata, que le sentaban como a mí me sentaría un traje de bailarín de ballet clásico, que decía que la empresa de electricidad me tenía que devolver un dinero que me había cobrado de más, y que le enseñase un recibo porque tenía que comprobar unos datos. Era otro timo. Necesitaban saber un número que aparece en los recibos, con el que pueden cambiarte de compañía sin que tú lo sepas. Como estaba enterado de la maniobra, le dije que el recibo no se lo enseñaba y que le regalaba a él el dinero que la empresa me quería devolver. Me puso, por encima de la corbata, una cara de enfado grande y rojo y le cerré la puerta. Han intentado más veces la misma jugada, pero ya ni les abro la puerta de la calle.

Este capitalismo voraz y codicioso se está volviendo agresivo, molesto y demasiado inmoral. A ver si llega pronto -que no llegará- el momento en que los ciudadanos tomen algo de conciencia y estos tipos sin escrúpulos cambian de rumbo.

Buenas noches.

jueves, 14 de abril de 2016

Derroche de sensibilidad



El argumento de esta representante eminente del neoliberalismo, en relación con los refugiados, es que hay que acogerlos "porque pueden generar un crecimiento de la economía de un 0,2 % en la UE". Viva la sensibilidad y el humanismo. Hasta estos niveles ha bajado el capitalismo.

Lagarde reclama una respuesta internacional "más amplia" a la crisis de los refugiados

miércoles, 27 de octubre de 2010

Escucha y piensa

Este es un hombre sabio. Su cuerpo tiene 93 años, pero su mente está en plena madurez. Cuando habla, dice cosas que muchos no quieren oir, lo cual es la mejor señal del interés de su mensaje. Escúchalo. Piénsalo. Y haz lo que tengas que hacer.


domingo, 7 de septiembre de 2008

Corruptos y gloriosos / 2


Con el título con el que aparece este post publicó ayer en el diario El País el escritor y sociólogo José Vidal Beneyto un interesante artículo, cuya versión completa se puede ver aquí, sobre la corrupción actual del sistema capitalista.


El artículo es continuación de la primera parte, publicada al principio del mes de agosto. En el que apareció ayer se aclara por qué lamentable circunstancia el autor tardó tanto tiempo en publicar la segunda parte.


Quiero poner aquí dos párrafos de la segunda parte del artículo porque me parecen muy interesantes para formarse una idea de cómo está la situación actual. Se citan dos libros muy interesantes para conocer la génesis del capitalismo y el Worldwatch Institute. La versión española de la estupenda revista que edita este Instituto puede verse aquí.

Este capitalismo inicuo y depredador con la ignominia de sus repugnantes escándalos empresariales, el aumento de su precariedad laboral y la salvaje agravación de las desigualdades entre los pocos muy ricos y todos los demás nada tiene que ver con el capitalismo de los padres fundadores. El capitalismo que nos propusieron Max Weber, en su obra pionera La ética protestante y el espíritu del capitalismo, en 1905, y la magistral Religion and the rise of capitalism, del historiador inglés Richard H. Tawney, en 1926, ha sido objeto de una corrupción total. Su exhortación a la autodisciplina, al trabajo duro, a la austeridad, al ascetismo individual tan ligados a la ética calvinista y más ampliamente protestante son antónimos del irresponsable despilfarro consumista en que se ha convertido el régimen capitalista, en el que el gasto en publicidad en EE UU es superior al del presupuesto de toda la enseñanza superior. Por lo demás, la depredación de recursos es tal que, según el Worldwatch Institute, el consumo de bienes y servicios de la humanidad en los 40 años que van de 1950 a 1990 es superior al de todas las generaciones precedentes. A lo que se agrega que el objetivo principal del sistema no es ya el de producir bienes para satisfacer necesidades sino sólo producir beneficios, ganar dinero.

El artículo finaliza así:
Las denuncias de las prácticas criminales mafiosas, tal como hacen la novela y el filme Gomorra con la presentación de las actividades de la Camorra, por aleccionadoras que sean, no acabarán con la corrupción capitalista que se ha convertido en trama sustantiva de nuestras sociedades. Pues si el estalinismo corrompió y acabó con las esperanzas del comunismo, la radicalización individualista y la insaciable y compulsiva avidez de riqueza y disfrute han corrompido el capitalismo originario. La épica del enriquecimiento a cualquier precio no deja espacio indemne y muestra su imperio en las formas más espontáneamente agresivas de la cultura popular del mundo juvenil que en su música rapera nos conmina a get rich or die trying. Ese grito de “enriqueceos o morid en el intento” es la expresión más cabal de la corrupción actual del sistema capitalista.


Yo creo que esto se parece mucho al presente y al futuro.

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