Al inicio de la dinastía Song, alrededor de 960 d.C. en China, comenzó una de las modas más peligrosas de la historia de aquel país: el vendado de pies. La admiración generalizada por algunas bailarinas turcas con pies extremadamente pequeños causó un revuelo entre las clases más altas de la sociedad. Todos los hombres vieron en aquellos pies diminutos y zapatos arqueados una belleza inusitada que les atrajo tanto por la delicadeza que presentaban como por la sumisión femenina que entrañaba el procedimiento que daba lugar a la creación de esa infame deformación...
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