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domingo, 21 de enero de 2024

Dudas verdaderas y verdades dudosas

 



Los científicos, después de mucho trabajo, llegan a algunas conclusiones, que consideran válidas hasta que no se demuestre lo contrario, y sobre las que mantienen dudas razonables fuertemente afincadas en los hechos.

Los numerosos ignorantes que pululan por la vida, sin hacer ningún estudio y sin tener ninguna idea razonable de lo que dicen, están rebosantes de certezas, a las que, encima, llaman verdades. Tienen un ego muy necesitado de tener siempre razón y se aferran a cualquier chochera que el manipulador de turno les diga: que si los aviones a reacción lo que hacen es fumigar, que si las vacunas les meten en el cuerpo no sé qué asunto y bobadas por el estilo. Al contrario que los científicos, que algo saben de lo que tienen entre manos, estos no saben nada de nada, pero no vacunan a sus hijos, no les importa contagiar sus enfermedades y se entontecen y entontecen a sus iguales, con tal de creerse que tienen razón, aunque no tengan razones.

lunes, 23 de enero de 2017

Buenas noches. Dudas



La claridad radiante está saturada de falsas verdades. La oscuridad triste oculta en su interior una multitud de grandes mentiras. Hay un ámbito en el que conviven las luces y las sombras y en el que se cobijan las dudas. Únicamente en él es posible acercarse a un conocimiento válido. 

Buenas noches.

miércoles, 2 de abril de 2014

Lo que veo cuando miro. Tanto ...




Nos engañaron con tantas mentiras diciéndonos que eran verdades … Nos intentaron quitar tanta vida … Nos metieron tantos fantasmas en la mente … Nos obligaron a ir sacándonos luego tanta basura de dentro … Nos disfrazaron la vida de tanta muerte … Tenían tanto empeño en que fuéramos otros, no nosotros mismos … Nos hicieron perder tanto tiempo … Buenas tardes.

viernes, 12 de octubre de 2012

Mirando por la ventana. Aplauso




A veces sentimos la necesidad de identificarnos con algo interesante, de sentirnos al lado de quienes creemos superiores, de proyectar nuestras carencias sobre quienes parecen hacer gala de no tenerlas. Es una situación muy peligrosa porque la sociedad está llena de ignorantes que hablan mucho, de encantadores de serpientes y de gente que dice cosas indescifrables y absurdas, pero que puede que nos suenen como si fueran las grandes verdades por fin encontradas. Es muy fácil confundir un conjunto de palabras rimbombantes y bien sonantes con alguna idea con sentido y con un contenido razonable. Hay que informarse muy bien antes de dar el aplauso.