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miércoles, 8 de septiembre de 2021

Odio




Hay que descubrir y aislar a quienes odian y a quienes difunden el odio. El odio es el sentimiento más destructivo que hay. Estar con alguien que odia es de lo más desagradable y peligroso que se puede experimentar. ¿Por qué? Porque ningún sentimiento se conforma con quedarse dentro del que siente. La alegría se manifiesta en la sonrisa; la tristeza, en el llanto; el orgullo, en la cerrazón en sí mismo. ¿Y el odio? ¿En qué se manifiesta el odio? Está muy claro: en la violencia y en la incitación a la violencia. Hoy hay gentes de poca formación y de escasa humanidad que odia a quienes quieren explotar y a los diferentes. Hay quienes odian a las mujeres y las maltratan y las asesinan. Hay quienes odian a quienes no son heterosexuales y los maltratan y los asesinan. Hay quienes odian a los extranjeros y los maltratan sin importarles que mueran. Hay quienes confunden a cualquier adversario con un enemigo y también lo odian. Mientras los ciudadanos no se den cuenta de que el odio no tiene cabida en un mundo de seres humanos, la violencia seguirá creciendo en la sociedad. Y habría que evitar que aparecieran quienes odien a los que odian y se propongan acabar violentamente con ellos.



jueves, 14 de abril de 2016

Buenas noches. Odio



Anoche tuve la oportunidad de ver en un bar los cinco últimos minutos del partido de la Champions entre el Atlético de Madrid y el Barcelona. Me fijé mucho en los clientes que observaban el partido por televisión. No vi pasión por el fútbol ni alegría por el buen juego ni por el resultado. Lo que vi fue odio. No manifestaban tanto el placer por la victoria de un equipo, sino odio hacia el otro. Contemplé varios cortes de mangas espectaculares, largos, vividos, llenos de nervio y de fuerza cuando un jugador fallaba un chut a puerta. Los envíos con referencias al culo de algún protagonista estaban llenos de vigor y de poderío, como si se desease que la toma tuviese lugar bien lejos. El resultado final fue celebrado con todo tipo de insultos e improperios hacia el equipo perdedor, como si en vez de jugadores de fútbol fueran delincuentes vestidos de corto. Si esto es lo que saca el fútbol de los adentros del ser humano, es que el ser humano tiene la mente hasta las trancas de porquería. Allí no parecía que hubiera defensores del fútbol ni de un equipo, sino rabiosos atacantes al equipo perdedor, de cuya derrota se alegraban con un entusiasmo feroz.

Esto me ayudó a entender algunas opiniones sobre política que veo también con demasiada frecuencia. Creo que son muchos los ciudadanos que no defienden una opción política, ni la votan por lo que proponga, sino que, aunque lo que dicen y hacen vaya en su contra, atacan con sus palabras y con sus votos al adversario, al que consideran un enemigo. El odio sale en el fútbol, en política y en cuando se deja alguna puerta abierta. ¡Cómo me gustaría que algunos ciudadanos me dieran su justificación ideológica, racional, de por qué votan a un partido! ¡Qué difícil lo veo! Creo que aquí seguimos yendo a la contra, sin defender unas ideas, ni siquiera descalificando las ideas del adversario, sino descalificando al propio adversario, odiando a los otros. ¡Y luego queremos pactos!

Me parece que sería muy bueno una limpieza a fondo de nuestras mentes.


Buenas noches. Besos y abrazos.