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martes, 18 de agosto de 2020

Lo que les apetece



No es que tengan mala intención. No se trata de un deseo consciente ni voluntario de causar el mal. Los actos absurdos que se les ve hacer y los disparates que van dejando a su paso con tanta frecuencia más parece que se deben a la educación que han recibido o, quizá, a la que no han recibido.
Educar a alguien, tenga la edad que tenga, para que pueda vivir en sociedad como un ser humano consiste en decirle con claridad lo que tiene que hacer y, a la vez, explicarle con igual claridad las razones por las que debe tener ese comportamiento. Si esto no se da, lograremos, en el mejor de los casos, convertirlo en un autómata que se ha acostumbrado a realizar ciertos actos mecánicamente, pero sin saber por qué los hace ni el sentido que tiene hacerlos.
En el momento actual, desgraciadamente, lo más habitual es que los comportamientos sociales se copien sin más. Muchas personas que no han alcanzado la madurez, aunque tengan muchos años, hacen lo que ven, lo que practican los de su grupo más cercano, lo que parece dictar la moda. Son adolescentes de diversas edades.
El problema está en que no se puede vivir en una sociedad humana si sus miembros no son conscientes de lo que hacen, de las consecuencias que eso tiene para sí mismos y para los demás, de lo que podría ocurrir si todos hicieran eso que están haciendo, del poco respeto que ponen en práctica.
Lo que hace que una persona esté formada y actúe como un ser humano es la costumbre de pensar en todos estos factores antes de actuar, pero, lamentablemente, en nuestra sociedad eso no lo veo. El único criterio que observo en lo que se les dice a los niños y en lo que hacen muchos de quienes ya no son niños es el del apetito. Cada vez hay más costumbre de hacer solamente lo que a uno le apetece, no lo bueno, lo conveniente o lo necesario, sino lo que apetece. Si molesta o no, si respeta o no, si destruye o no, si se hace daño o no, es algo que preocupa poco. Ni siquiera el ridículo parece frenar a estos adolescentes deseosos de dar rienda suelta a sus apetitos, muchos de los cuales llegarán a la vejez sin haber pasado por la madurez.

jueves, 14 de mayo de 2020

Libertad


Ser libre no es poder elegir lo que a uno le apetece o lo que le da la gana. No hace falta que seamos humanos para hacer eso.

Ser libre es ser capaz de hacer lo que en cada momento nos dice la razón que debemos hacer porque es bueno. Eso solo lo pueden hacer los seres humanos.

Por ejemplo, no se trata de creerse libre porque alguien vaya por la calle en la actualidad sin guardar la distancia de seguridad, sin mascarilla o resoplando junto a otras personas porque es lo que le pide el cuerpo. 

Será libre cuando piense lo que es más razonable -eso se lo dirán los médicos- y sea capaz de elegirlo, renunciando a otras formas que puede que le apetezcan más.

jueves, 19 de septiembre de 2019

Buenas noches. Fuera de juego




Hacer lo que a uno le apetece, sin tener en cuenta nada ni a nadie más, debe de ser muy relajante, pero los demás es posible que se queden fuera de juego. 

Buenas noches.

sábado, 23 de marzo de 2013

Buenos días. Apetecer




Hoy es uno de estos días en los que tienes que hacer lo que no te apetece. No siempre se puede hacer lo que apetece, sino lo conveniente, lo que se debe hacer. Y en esas estamos. Esperemos que vaya bien la cosa. Y, encima, ya estamos en primavera, pero en los pronósticos sólo se ve agua y agua y agua. Que tengas un buen día.