...Niña muy buena “… zurda, con un ojo vago, pasaba mucho tiempo sola y empecé a escribir muy pronto… con ocho años hice un poema, “el emigrante”, para mi tío… incluso gané algún premiecillo. Luego me dio por los cuentos, hasta que volví a la poesía para no abandonarla más…”. En esta etapa, su enseñanza y aprendizaje fue muy rural. Su maestro, muy “libre”, solo enseñaba por las tardes. Mucho tiempo libre y aquel entorno nostálgico, “inventando” sus propios juegos… ¡Buah, así cualquiera…!, desarrollaron una creatividad asombrosa que aplicaría a la enseñanza, aunque no era su inclinación...
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