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domingo, 10 de julio de 2016

miércoles, 3 de febrero de 2016

miércoles, 4 de marzo de 2015

Buenos días. Creatividad



Obra de Magdalena Atria

Aunque sea en pequeños detalles, aunque sólo sea como una actitud decidida, introduce en tu vida la creatividad. 

Que cada día no sea el mismo de siempre, la repetición cansina de lo que ya viviste tantas veces, la huida siempre insistente hacia la nada. 

Buenos días.

viernes, 12 de diciembre de 2014

Buenos días. Huye



Si es posible, huye de la monotonía, de la repetición, de la rutina, del siempre igual. 

Buenos días.

martes, 22 de octubre de 2013

Buenas noches. El eterno retorno





Aquel mundo era demasiado cerrado, no tenía salidas visibles y ofrecía pocas posibilidades para llegar a ser uno mismo. Cuando yo tenía 20 años, había bastantes salidas laborales, tanto para quien quería estudiar y prepararse, como para quien prefería aceptar cualquier trabajo, aunque estuviese peor remunerado. Lo que no había eran muchas salidas humanas. La sociedad estaba dominada en buena medida por las normas franquistas y por la ideología religiosa católica. Ninguna de las dos daba más opción que la chata manera de entender la vida que, de manera uniforme, dominaba las mentes y la realidad de los jóvenes de entonces.

La vida en la familias era asfixiante. Todo era igual, siempre igual. Vivir consistía en repetir y repetir y nunca en crear. Lo nuevo estaba prohibido. Lo fresco estaba condenado. El placer, si no entraba dentro de unos márgenes muy estrechos, era denostado y perseguido. Se trataba de aguantar callado, en la medida de lo posible, y de sufrir en silencio la repetición siempre idéntica de lo mismo.

La única salida viable era escapar, huir de casa en cuanto hubiera una oportunidad. Algunos, quizá privilegiados, la tuvimos yéndonos a estudiar fuera, en donde conocimos otros mundos, aunque con una dependencia económica de la familia que a veces se hacía algo cuesta arriba. Otros, puede que con menos oportunidades, intentaron formar cuanto antes su propia familia para poder así escapar de los negros lazos de la rutina sin fin. Muchas parejas jóvenes se formaron entonces y se emanciparon en cuanto sus economías se lo permitieron, pero casi todas ellas reprodujeron más o menos el esquema que habían vivido hasta entonces. La herencia recibida adoptó una cierta apariencia de juventud y acabó siendo tan parecida a la anterior que nadie diría que se había evolucionado mucho. En cuanto se formaban, las nuevas parejas cerraban la puerta y ponían entre paréntesis cualquier relación previa que tuvieran con el exterior, cortaban los lazos de la vida con amigos y diversiones y se enclaustraban otra vez en sus nuevos hogares a revivir lo que habían vivido antes, sólo que ahora con un decorado distinto, aunque muy parecido al anterior. Fue, una vez más, el eterno retorno. Buenas noches.

sábado, 20 de julio de 2013

Buenas noches. Lo que se repite





La vida, cualquier estilo de vida, tiene muchos aspectos que se repiten: horarios, ocupaciones, lugares, personas... Lo que puede hacer la vida compleja, apasionante y seductora es el contenido de esas ocupaciones cotidianas.

El último contenido de tu vida diario debería ser el recuerdo cariñoso de las personas a las que quieres. Es lo más apasionante que puedes hacer. Buenas noches.

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Lo que se ve. Rutina




Deberíamos tener clara una cosa: la vida es creación. En las entrañas mismas de la vida está la creatividad, la búsqueda constante de algo nuevo que dé sentido e ilusión a la no siempre fácil tarea de vivir. Lo mismo le pasa al arte, a la ciencia, a la cultura y, en general, a todas las actividades que nos hacen avanzar el el camino de convertirnos en seres cada vez más humanos y de generar un mundo en el que podamos vivir todos y de la mejor manera posible. La vida de verdad, o la vas creando o no la vives.

Pero cuando la creatividad desaparece, cuando el interés por descubrir lo nuevo, por progresar en el infinito camino de creación de lo humano deja de ser una meta y ni siquiera nos queda como un recuerdo, entonces lo que nos domina es la rutina. La rutina es la representación más cercana de la muerte. Sísifo fue condenado por los dioses a subir una enorme piedra hasta la cima de una montaña y, una vez allí, dejarla caer para volverla a subir de nuevo. Y, así, eternamente. Sísifo tenía al menos el interés -inútil, pero interés- de subir la piedra. La rutina en cambio se desarrolla en un terreno plano, en donde la monotonía, la repetición, lo de siempre, la pereza, el odio al esfuerzo, la desidia, el aburrimiento y la soledad se te meten dentro y te pesan más que el alma. El mismo sin sentido, la misma ausencia de meta, la misma carencia de ilusión que supone la muerte, la tiene la rutina.

Todas las personas -yo, el primero-, todos los partidos políticos, todas las instituciones deberían plantearse en serio el grave problema de su relación con la rutina.