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lunes, 13 de noviembre de 2017

Lo que está ocurriendo en los Ayuntamientos



Sería un día grande aquel en el que los votantes de derechas intentaran ser neutrales, dejaran a un lado sus intereses particulares y se propusieran analizar lo que realmente están defendiendo. Quizá ese día se darían cuenta de cómo se están tirando piedras sobre su propio tejado, se están empobreciendo sin saberlo y están colaborando a que se haga daño a la sociedad y también a ellos mismos.


Mucho de este daño viene de la mano de Montoro, un personaje infumable del que ya he hablado alguna vez. Dejo aquí este podcast del programa de la SER Hora 25, en donde se explica con claridad cuál es la maniobra ideológica del PP, que mantiene la absurda, pero buscada, situación en la que hay Ayuntamientos con la economía saneada e, incluso, con superavit, pero que no pueden dar a los ciudadanos los servicios que demandan.

miércoles, 3 de septiembre de 2014

Lo que veo cuando miro. Montoro



Coincidí una vez con el ciudadano Cristóbal Montoro antes de que fuera ministro en la presente legislatura. Me pareció entonces un ser maleducado, grosero, uno de estos seres molestos, de conductas bastas, que tienen por costumbre usar los espacios públicos como si fueran privados: están en los restaurantes como si estuvieran en el salón de su casa, van por la calle como si las aceras fueran pasillos de su propiedad y hacen el mismo ruido que si estuvieran solos en su inmenso cortijo.

Después de oír lo que como ministro ha dicho del señor Pujol, otro que tal baila, me confirmo en mi opinión. Me parece que el señor Montoro ha usado el ministerio público como si fuera un feudo de su partido. No habló como un ministro, sino como un miembro del PP. No habló como un hombre de Estado que ilustra a los ciudadanos sobre lo que deben hacer y lo que no se puede tolerar, sino que se olvidó de sus Bárcenas y aprovechó la oportunidad para sacar rédito partidista de su intervención y destrozar a los Bárcenas de los partidos rivales. Dio así muestra de su bajeza política, de su escasa catadura moral y de algo que me está doliendo últimamente: los personajes públicos están dando demasiados ejemplos de que hay que moverse por intereses privados, de que hay que usar los cargos, los puestos, las declaraciones y todo lo que se haga, no por un noble y limpio deseo de servir a la comunidad, sino porque les viene bien a sus propios intereses particulares.

Tolerando estas conductas y no reaccionando contra ellas, nos estamos ensuciando la mente y estamos ensuciando el país.

Buenas tardes.

sábado, 14 de diciembre de 2013

Lo que veo cuando miro. Montoro es Mentira





El ministro Montoro se confunde cada vez con más frecuencia y cree que, en realidad, no se llama Montoro, sino Mentira. Habitualmente Montoro dice mentiras y, al día siguiente, suelta otra mentira diciendo que el día anterior no dijo la mentira que dijo, sino una mentira distinta. Hay tal confusión en le mente mendaz de Montoro que ya nadie cree ni la mentira del primer día, ni la mentira del segundo ni la mentira que es el propio Montoro. Bueno, algunos que, por sus intereses particulares, votan al PP pase lo que pase, es posible que se las crean todas, pero quienes no estamos en esa situación tenemos bastante claro que es mucha mentira Montoro y que, por mantener la salud mental, es increíble. Buenas tardes.

sábado, 28 de abril de 2012

Tratamientos







Cuando Zapatero se dirigía a las personas a las que gobernaba, los trataba de ciudadanos, esto es como miembros de la ciudad, como seres sociales con derechos individuales y colectivos. Cuando Rajoy les habla a estos ciudadanos, los reduce a la condición de españoles lo cual, con independencia del posible tinte xenófobo que pueda tener su discurso al excluir a los no españoles, considera a sus oyentes como meros habitantes de una zona geográfica. Montoro, por su parte, en ese tono desabrido y vulgar en el que se suele expresar, se limita a hablar de la gente, de lo que hay que decirle a la gente y lo que tiene que saber la gente. Lo mismo hacía esta mañana una representante del PP que hablaba en la SER como si estuviera en posesión de toda la verdad.

Creo que en este detalle se ve claro que no todos tienen la misma idea de respeto a los ciudadanos y creo también que con un poco de sensibilidad se puede intuir la idea que cada uno de ellos tiene en la cabeza de lo que eres tú y de lo que soy yo.

martes, 7 de febrero de 2012

Se están riendo de ti



Hace algo más de un año fui a comer con una persona a un restaurante de Madrid cercano al Congreso de los Diputados. El comedor era un salón largo, en el que cabrían unas seis o siete filas de mesas entre la entrada y el fondo. Nosotros nos pusimos en la primera fila, cerca de la puerta de entrada. En el fondo, en la última mesa, estaba el hoy ministro Montoro junto con tres o cuatro personas más. No había muchos comensales aquel día, pero me fue muy difícil mantener una conversación normal con mi acompañante por la cantidad de risotadas estentóreas que procedían de la mesa del señor Montoro y acompañantes. No comimos mal, pero fue una estancia desagradable por el clima de ordinariez, de falta de respeto y de ruido caprichoso creado por estos señores. Digamos que la impresión que teníamos allí es que estos señores iban a lo suyo, a hacer lo que les salía de sus adentros y que las posibles molestias a los demás les traían al fresco.

Hoy, viendo lo que el Ministerio de Educación ha hecho, con una chulería impresentable, con los temarios de las oposiciones, oyendo los proyectos del ministro Gallardón y sufriendo el estilo de gobierno del PP, me ha venido a la mente el episodio del restaurante. Los ciudadanos les importamos muy poco. Van a lo suyo y se ríen, pero de nosotros, ante la pasividad de los espectadores, que parece que no se enteran de nada. La única esperanza es que la rabia parece que va creciendo un poco.


jueves, 15 de octubre de 2009

Chorizos?


MADRID, 8 Oct. (EUROPA PRESS) -

El responsable de Economía del PP, Cristóbal Montoro, admitió hoy que en el PP puede haber "unos cuantos chorizos, como en todas las casas" y advirtió de que a esos "hay que extirparlos". "No trabajas en la vida pública para que unos cuantos se enriquezcan, sólo faltaba", exclamó, durante su participación en el foro Cinco Días.

Señor Montoro:

Me está usted faltando al respeto y, también, me está calentando las castañas. ¿Por qué tienen en su partido esa manía, propia de gente débil e impotente, de asegurar que lo que le pasa a ustedes le pasa también a todos los demás? Usted no puede ir por ahí diciendo que la mancha que le ha caído en su corbata es igual que la que le ha caído a todos en la suya. ¿No se da cuenta del ridículo que hace? Seguramente es que le da igual, porque como practica tanto el todo vale, ya le sale con naturalidad y no nota sus efectos. Eso de extender la mancha de aceite para que pringue a todos queda muy antiguo y debería renovar el repertorio con un poco de seriedad, de honradez y de sinceridad, cualidades todas ellas muy dignas de fomentar entre la ciudadanía.

En fin, usted verá lo que hace con su persona, con su honra y con su partido. Yo, por mi parte, quiero decirle dos cosas. Una, que en mi casa no hay chorizos. Conozco muchas casas muy dignas en las que no hay ningún chorizo. Le ruego que nos respete y que no nos meta en un saco con ustedes en el que no merecemos estar. Y dos. Ya es usted mayorcito para saber que a la juventud no hay que enseñarle esa manera de mentir, de salir por la tangente, de no reconocer lo que ocurre, de ejercer de hipócrita y de cínico con naturalidad y de insultar indiscriminadamente. Es usted un personaje público y debería presentarse con responsabilidad ante los medios. Lamentablemente, no espero que lo haga.