Mostrando entradas con la etiqueta decisión. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta decisión. Mostrar todas las entradas

jueves, 14 de agosto de 2014

Buenas noches. Decisión




Cada día es una decisión, un decir sí o un decir no, un mostrar tu cariño u ocultarlo, un estar cerca o alejarte, un paso hacia el amor u otro hacia el egoísmo. Cada día es una afirmación o una negación o una indiferencia. Cada día es una memoria o un olvido. Cada día es un enamorarle o un paso de rutina. Cada día tiene su vida o su muerte. Debemos decidir. Buenas noches.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Buenas noches. El momento





Hay un momento clave en la vida, seguramente el más importante momento de todos. Es aquel en el que decides lo que es bueno para ti, para tu vida y para todos. Para las tres cosas, no sólo para ti. Es el momento ético más importante. Lo que decidas en ese momento te va a servir para toda la vida, para toda, para los momentos buenos y para los malos. Si has visto claro que en el sentido de tu vida incluyes el estar al lado de los demás, eso debe servirte siempre. Si has entendido que hay actitudes que valen más que otras, eso te debe servir en todas las ocasiones. Si te has dado cuenta de que vivir contando con los otros es más importante que hacerlo en soledad, eso te llenará en todos los momentos. Si confías en que puedes acudir a los amigos para llorar y para reír, eso te hará más feliz que si te lo tragas tú todo en soledad.

Ese momento ético importante, ese momento vital tan eminente, es cada uno de los momentos de tu vida, porque en cada momento tienes que decidir si sigues siendo tú o no. Buenas noches.

miércoles, 28 de agosto de 2013

Buenas noches. Valentía





Hoy he llevado a cabo el mayor acto de valentía que me pedía la vida. No lo he pensado mucho. He hecho acopio de todo el arrojo que he podido, he visto en un momento las consecuencias positivas que tal acción podía acarrear, he procurado ver sólo los aspectos positivos, no he pensado en lo dura que podía ser la vida luego, ni en los cambios drásticos que me vería obligado a realizar, ni en el susto que me podía llevar realizando tal acto, ni en los lamentos que podrían venirme a la mente, ni en los arrepentimientos ni en nada que me pudiera frenar. No he hecho más que lo que tenía que hacer, con diligencia y con buena disposición a aceptar lo que el destino dijera. Ha sido una decisión rápida. Me he preparado la voluntad para actuar en los grandes momentos, he dado un paso adelante y me he pesado. Un desastre. Buenas noches.


lunes, 13 de septiembre de 2010

La actuación



Para hacer algo en el mundo contamos, en primer lugar, con la sensibilidad. Con ella obtenemos información de lo que pasa en la realidad exterior y también en la interior. Por ejemplo, con la sensibilidad yo veo en el bar un imponente plato de ensaladilla rusa y siento en mí un enorme deseo de dar cuenta de él. Sobre la sensibilidad puede actuar la voluntad, que es la que decide lo que se va a hacer, desde no hacer nada a comerte toda la ensaladilla porque te apetece. Y está también la razón, cuya misión es explicarle a la voluntad las circunstancias que rodean tu acción, las consecuencias para ti y para los demás y todos los elementos previos y posteriores que pueden intervenir en la elección que va a hacer tu voluntad.

Mi pregunta es muy general, pero creo que, a pesar de eso, puede ser contestada. En el mundo actual, ¿a qué le solemos dar más importancia a la hora de actuar, a la sensibilidad, a la voluntad o a la razón?