Hoy cualquiera puede ser cualquier cosa desde la más impune ignorancia.
Cualquiera puede querer tener un hijo sin tener la menor idea de cómo ser un buen padre.
Cualquiera puede querer tener un perro sin tener ni siquiera indicios de cómo viven estos animales de acuerdo con su naturaleza ni de las precauciones que conviene tomar con ellos para no molestar a los demás.
Cualquiera puede conducir un vehículo sin respetar las normas de tráfico ni del sentido común ni de un mínimo civismo, poniendo en peligro su vida y la de los demás.
Cualquiera puede ser camarero aunque la correcta preparación de una bebida sea algo totalmente ajeno a su competencia. Total, hay mucha gente que está acostumbrada a tragar cualquier cosa al precio que sea.
Cualquiera puede hablar con quien sea de lo que sea sin saber nada de ello, que hablar es gratis y una extraña idea de libertad le permite decir lo que le dé la gana.
Cualquiera se conforma con aparentar. Puedes ser un zopenco por despabilar, pero te cortas el pelo con gracia, te pones unos trapitos de marca y pasas por ser lo que no eres.
Hoy cualquiera puede ser cualquier cosa, sin darse cuenta en absoluto de eso es igual que no ser nada.