Una amiga muy querida compartió hace poco una lista de alimentos que elevaban el ánimo. Era interesante y, seguramente, eficaz. Aprovecho para poner aquí lo que a mí me levanta el ánimo: una caricia en la mejilla, una sonrisa cariñosa, una mirada que me hable de cercanía, que me cojan del brazo, que alguien que me quiera me dé un abrazo, que alguien me diga que es mi amigo o mi amiga, que quieran estar conmigo, que me den los buenos días o las buenas noches sin que tengan por qué hacerlo, que me echen de menos, que me diga alguien que me quiere, que me diga alguien que está a mi lado, que me den un beso como si perdieran un momento de su vida y se concentraran en dármelo. Creo que no son grandes cosas, pero son grandes cosas.
Buenas noches.