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viernes, 8 de mayo de 2015

Los viernes, etimologías. Etimología popular



ETIMOLOGÍA POPULAR

Es el cambio espontáneo que se da a una palabra relacionándola etimológicamente con otra de distinto origen, cambio en la forma o cambio en el significado. Por ejemplo decir esparatrapo en lugar de esparadrapo, porque lo relacionamos con trapo. Es un ejercicio de etimología, es inventar etimología, falsa, pero es actuar con conciencia etimológica. Una palabra es atraída por otra similar de significado relacionado. En todos los manuales siempre se cita un ejemplo, cerrojo; viene del latín veruculum y en español antiguo fue berrojo, pero, como sirve para cerrar, acabó siendo cerrojo, y ya está aceptado por la lengua común.

Decir vagamundo por vagabundo, mondarina por mandarina (por lo bien que se monda), altobús por autobús (alguien que le costaba subir), perrogrullada, topezón, positorios, falsante, guardilla, canalones, pinómano (porque quema los pinos), telesférico, casiaspirina, cortacircuito, discursión.

Produce risa al oírselo decir a otro, pero los estudiosos han demostrado que el mecanismo opera aun en los hablantes de mayor cultura. Decimos en pelotas, seguramente porque lo relacionamos con desnudez o testículos, y lo correcto sería en pelota, un arcaísmo derivado de piel, algo así como a pelo. O es frecuente oír destornillarse por desternillarse, desinfestar por desinfectar (porque no está clara la diferencia entre infectar e infestar), grillarse en lugar de guillarse. Es famoso el caso de Meléndez Valdés, poeta español del s. XVIII. Blondo significa rubio, pero Meléndez Valdés en toda su obra utiliza blondo con el significado de ondulado y suave, quizás por la relación con onda o blando. La atracción de preveer sobre prever es enorme, en la tele dicen preveyendo, preveyó, en lugar de previendo, previó, por estar cerca de proveyendo, proveyó. Decimos por descontado, y lo correcto sería de contado. Hablar con retintín es sustituido por rintintín.

Hay etimologías populares que se han generalizado tanto que han acabado formando parte de la lengua normalizada, entrando en la lengua culta. Miniatura deriva de minio, significaba algo de color rojo. A partir del s. XVIII cambia de significado por asociación con minus o mínimo. Clavo, el metálico, en latín está relacionado con clave y llave, porque se cerraban las casas con artilugios muy toscos. Pero llegó desde Oriente una especia llamada en griego karyófilo, término que al parecer se remonta al sánscrito. Del griego pasa al latín y la palabra evoluciona en catalán hasta clavell, pero designando a la especia y también a la flor por la similitud en el olor. A esto se añadió la semejanza de los estambres de la flor de la especia con la forma del clavo metálico. Y así entró en castellano clavel y el nuevo clavo especia. Rocambolesco.

San Isidoro de Sevilla es famoso por las ingenuas etimologías populares, en su obra "Etimologías". Por ejemplo, relaciona el latín catus, gato, con captar, capturar, porque captura ratones. Pero hay que admirar los enormes conocimientos de este sabio, dado el estado ruinoso de la cultura europea en el s. VII. A su lado no tiene ningún mérito lo que, por ejemplo, yo pueda hacer. Tengo páginas de Internet a troche y moche, el Diccionario de la RAE, diccionarios de catalán, francés, italiano o inglés, el "Diccionario Etimológico" de Joan Coromines, el "Diccionario etimológico indoeuropeo" de Edward A. Roberts, y además puedo consultar por WhatsApp a Ibon Martín sobre el euskera y a José Luis Pérez Santiago sobre gallego y portugués. Anda, me ha quedado como una cierta bibliografía (y agradecimientos).