El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
domingo, 1 de julio de 2012
sábado, 30 de junio de 2012
Rajoy es y no es Rajoy
Rajoy es Rajoy, pero no es Rajoy. ¿Cómo
que no es Rajoy? Bueno, depende. Es Rajoy y no es Rajoy, porque a
veces es Rajoy sin serlo y otras no lo es, aunque lo sea. Él nunca
ha dicho que sea Rajoy o que deje de serlo. Es Rajoy cuando lo es, cuando no puede dejar de serlo, y cuando no lo es, pues puede que lo
sea o que no lo sea, ya que la situación es difícil y a veces hay
que hacer lo que hay que hacer, con independencia de que se sea o que
no se sea. Además, la herencia recibida hace que unas veces tenga
que ser Rajoy y otras, o las mismas, que no pueda ser Rajoy. Él lo
tiene muy claro y está convencido de que hay que ser lo que hay que
ser, sea lo que sea. Porque cuando las cosas están muy claras hay
que llamarlas por su nombre y se es Rajoy cuando se es Rajoy y cuando
no se es, pues no se es. Pero cuando la gente no tiene una visión de
la situación con la meridiana claridad necesaria, pues entonces hay que ser Rajoy
o no serlo, según contribuya al bien general del país. Y cuando
aparece el miedo estructural o la señora Merkel se cambia de
chaqueta, de color de chaqueta, claro, o la prima de riesgo se pone
peor que con Zapatero, pues entonces, oiga usted, se es Rajoy o no se
es o lo que haga falta. Lo importante es que la gente se crea que
estamos en un país bien gobernado, que vamos hacia adelante y que no
dé la lata, porque da igual quién esté en el poder con tal de que
sea Rajoy o no Rajoy. Y da igual también que Rajoy diga una cosa y
haga la contraria, porque en todo caso luego el no Rajoy saldrá dirá
que él no, aunque el otro sí, pero que hay que recortar, asunto
éste que probablemente no haya hecho Rajoy, sino el no Rajoy. Antes,
el poder se ejercía de manera bicéfala, como lo hacían Felipe
González y Alfonso Guerra. Hoy el PP lo ejerce de forma postmoderna,
es decir, pluricéfala y multipostural. Así, cada uno dice una cosa,
la que le dé la gana, aunque el de al lado diga luego la contraria,
y todos digan que sí y que no. Rajoy, ante esta situación, tiene
que poner de manifiesto que él es el jefe, el líder, y asumir en su
humilde y quebrantada persona toda la creatividad que ponen de
manifiesto sus seguidores y proclamar a todos los vientos
sucesivamente el ser y el no ser. No en vano él es Rajoy y no lo es.
Ser o no ser, esa es la cuestión de Hamlet, pero no la de Rajoy, que
tiene superada la contradicción al sintetizar perfectamente los
contrarios en una unidad superior y equivalente a la nada más vacía.
Desprecio
La Papessa lo ha expresado perfectamente hoy: El silencio es la expresión más perfecta del desprecio.
Disparate académico
Habló Wert y largó el disparate.
Vuelta a las reválidas. Los problemas reales de la educación están
en el principio, en el diseño curricular, y en el desarrollo, en los
métodos pedagógicos y didácticos que deberían usar los
profesores, no al final, no en los exámenes, pero estos políticos
alejados del mundo real son incapaces de ver esto. Sólo miran a los
alumnos buenos y a aquéllos a los que sus padres pueden pagarles
profesores particulares. No han visto jamás a un alumno ni a un
profesor, pero se permiten el lujo de opinar y de legislar sobre el
tema. No sé si engañan con descaro o lo hacen porque están
engañados ellos mismos. Ahora se les ha ocurrido rehabilitar las
reválidas. Hasta ellos mismos no quieren llamarlas así porque dicen
que les suena a antiguo. La cosa es tragicómica. Hasta los
franquistas no las querían en su tiempo porque decían que sólo
servían para estrangular el camino académico de los alumnos, pero
aquí tenemos a estos dirigentes zoquetes, ignorantes y ocurrentes,
capaces de descubrir otra vez el teorema de Pitágoras y asegurar que
es algo nuevo. Esto se pone demasiado mal.
Puedes ver más información aquí.
viernes, 29 de junio de 2012
La democracia está en peligro
He estado en un acto en donde había
políticos y gentes del PP. Han dado muestras de una ineptitud
impresentable. Están fuera del mundo, refugiados en una especie de
cueva oscura en donde se creen que todos son como ellos, en la que se
sienten fuertes y desde la que emiten una forma de estar que
pretenden que sea la única. Practican una chulería que los delata
como débiles y con la que se refieren a quienes no son de su cuerda
monocorde como seres conflictivos. Engañan a los bobos y se creen
que todos somos bobos. Probé hace tiempo el diálogo con alguno de
ellos y desistí pronto al comprobar que tienen las neuronas
calafateadas con brea para impedir que les entre algo distinto de lo
que tienen y que les pueda hacer tambalearse. Organizan el mundo a su
manera, sin que quepa ninguna otra distinta. Hoy guardé silencio todo el
tiempo por no mancharme la mente. Uno, un carguito de medio pelo,
tuvo la desfachatez de largar un discurso soso y aburrido sobre cómo
la Comunidad de Madrid valoraba enormemente tanto la educación como
el papel del profesor. Nadie le estaba atendiendo, pero a él le daba
igual. Desaprovechó la oportunidad de decirle algo útil a los
alumnos. Yo ya les he dicho a estos esclavos inconscientes que van pregonando sus sombras lo que me ha parecido cuando he
tenido la oportunidad. Hoy opté por el silencio notorio y, en cuanto
pude, me fui. Mi mundo no tiene nada que ver con el reino rancio que
inunda esta caverna.
He vuelto a casa y me he encontrado con
esto.
Julio Somoano, director de informativos de TVE
Los diarios hablan de que el euro está en peligro, pero yo
creo que lo que de verdad está pasando por momentos muy delicados es
la democracia como estilo de vida.
jueves, 28 de junio de 2012
El último Rafael en el Museo del Prado
Puedes consultar aquí información muy interesante sobre la exposición El último Rafael, que puede verse en el Museo del Prado hasta el 16 de septiembre.
miércoles, 27 de junio de 2012
martes, 26 de junio de 2012
lunes, 25 de junio de 2012
Una tarde en PhotoEspaña 2. Eurico Lino do Vale
Hay realidades que viven plácidamente
su transcurso temporal sin que nadie lo advierta, hasta que aparece
la luz. La luz convierte todo aquello sobre lo que indice en
fenómeno, en apariencia, y nos permite descubrir lo que antes estaba
oculto, con sus dosis de belleza y de decrepitud, con su pasado
evolucionado hacia un presente y anunciando siempre un futuro
incierto. La luz nos hace ver el mundo con una buena dosis de
realismo, pero también con un toque de calidez que ningún otro
elemento puede suministrar. Eurico Lino Do Vale abre las
puertas del Palacio da Rosa, en Lisboa, del siglo XVIII, hoy
propiedad del Ayuntamiento de Lisboa, para que entre la luz y capta
con su cámara la visión que la luz nos regala: un edificio lujoso
tal como se encuentra tres siglos después de su reconstrucción tras
el terremoto de Lisboa y cinco desde que fuera diseñado.
Con las puertas abiertas a la luz
aparece la belleza. Claro que hay bellezas primaverales, dotadas de
formas tersas, frescas, lozanas y con toda la vida por construir. Y
hay también bellezas otoñales, bien distintas de las anteriores.
Aquí las formas han pasado ya por los designios irremediables e
inevitables del tiempo y han dejado de ser lo que antes eran, pero,
sin embargo, han adquirido con su transcurrir un poso de elegancia,
un añadido sentimental y una cadencia propia del que sabe que cada
momento es único y que hay que vivirlo con la calma y el sosiego que
exige todo lo efímero. Lo que nos muestra el fotógrafo en la
exposición es un ejemplo de belleza otoñal, del lujo, el diseño,
la pintura y la arquitectura que han sido tamizados todos ellos por
tres siglos de existencia.
Dice Kandinsky que la alegría de la
vida reside en el triunfo irresistible y constante de lo nuevo.
Ciertamente las ruinas de un palacio tienen poco que ver con lo nuevo
y por eso la atmósfera que se respira en estas piezas es triste.
Pero el arte de la fotografía está, entre otras cosas, en que puede
dignificar la realidad captada, dotándola de nuevos valores que
antes, en la visión directa, no aparecían. Es posible que el
espectador obtenga de la contemplación de estas fotografías una
mezcla de sosiego, de nostalgia del esplendor que se adivina, pero
también del mantenimiento de lo bello. Es verdad que el tiempo
triunfa siempre, pero hasta que logre su victoria final hay todavía
mucho que ver.
La exposición, titulada Levantamiento
Fotográfico do Palacio da Rosa, Lisboa, puede verse en la
galería Oliva Arauna, en la calle Barquillo, 29, en Madrid,
hasta el 21 de julio de 2012.
domingo, 24 de junio de 2012
sábado, 23 de junio de 2012
viernes, 22 de junio de 2012
Esclavas. Exposición de Yolanda Domínguez
Se trata una vez más de que en el
mundo actual se sigue queriendo ocultar al ser humano que es cada
mujer. En el centro de todo el entramado estructural de nuestras
sociedades está instalado el poder. Y el poder está en manos
fundamentalmente de los hombres. Esta es la base desde la que surge
el problema del que trata la exposición titulada “Esclavas”
que nos presenta Yolanda Domínguez en la Galería Rafael Pérez Hernando, calle Orellana, nº 18, de Madrid.
El poder se ejerce siempre sobre
alguien. Puede ser que por motivos circunstanciales, que pueden ser
económicos, políticos, sociales o de cualquier otro tipo, alguien
caiga dentro de uno de los ámbitos del poder y tenga allí que
soportarlo. Pero a determinados hombres, que hacen del poder, sea
éste poco o mucho, el eje de sus vidas, les interesa tener bajo su
mando a personas, no por meras causas circunstanciales, sino
estructurales. Necesitan dominar a seres que, al exclusivo juicio de
estos poderosos, posean una estructura tal que no puedan alcanzar el
estatus que ellos ocupan. Y en este ámbito estructural y como
consecuencia de la ideología machista que profesan, colocan a las
mujeres. A estos hombres que viven del poder les interesa profesar la
idea de que cualquier mujer, por el mero hecho de ser mujer, debe
ejercer unas funciones en la sociedad distintas de las que llevan a
cabo ellos. Así, a la mujer le corresponde ser femenina, esto es,
dulce, obediente, sumisa y bella, entre otras atribuciones de índole
igualmente secundaria, de la misma manera que ellos creen haber sido
destinados a desarrollar funciones masculinas, siempre relacionadas
con el mando, la fortaleza, la libertad y la superioridad.
Esta maniobra interesada de los hombres
de poder establece en la sociedad una peculiar distribución
funcional. A cada uno de los sexos los machistas asocian un género,
con la particularidad de que el género femenino, constituido por las
funciones asociadas a las mujeres, siempre es inferior y dependiente
de los hombres, que son los llamados a poner en práctica las
funciones propias del género masculino. De esta manera, el sexo, a
través del género, se convierte en el último criterio de
estructuración social.
Es evidente el interés que el hombre
machista tiene cuando pone en práctica esta maniobra, porque ella le
permite tener a su disposición una mujer obediente que le
proporciona mano de obra gratuita en la casa, la satisfacción de las
necesidades cotidianas y el recurso a una fuente siempre disponible
de placer sexual. Y resulta también evidente el prejuicio del que se
deriva toda esta organización social machista: el de la supuesta (y
jamás comprobada) superioridad de los hombres sobre las mujeres.
Hay culturas en las que el poder sobre
la mujer se ejerce de una manera dura y cruel, con prohibiciones
brutales y con ritos que un mínimo sentido de lo humano condenarían.
Recordemos, por citar sólo dos ejemplos, a las mujeres de las tribus
de los patanes, en Pakistán, que no pueden salir a hacer sus
necesidades fisiológicas fuera de la casa, como sí hacen los
hombres, mientras no se haga de noche, para que nadie las vea,
sufriendo enfermedades renales derivadas del simple capricho
masculino; o a las de la tribu de los danis, en el valle de
Baliem, en Papúa Nueva Guinea, que deben soportar la amputación de
alguna falange de sus dedos cuando muere un familiar varón.
Sin embargo, hay costumbres menos
cruentas, más sutiles, pero igualmente eficaces para ejercer el
dominio sobre la mujer. Son las que afectan a la vestimenta de las
mujeres, como es el caso del burka, que los talibán impusieron como
obligatorio a las mujeres en Afganistán. La vestimenta, en general,
siempre conlleva una fuerte carga simbólica. Cuando el hombre
machista considera que la mujer no es un ser humano, sino un objeto
de su propiedad, del que puede gozar a su antojo, y no quiere que
ningún otro hombre pueda contemplar eso que es suyo, entonces la
tapa sin piedad con telas que van desde el pañuelo hasta el chador,
el niqab o el burka. Si la mujer que va dentro de esa cárcel de
tela, sufre, tropieza, padece enfermedades por no recibir la luz del
sol o termina perdiendo la visión, eso no le importa al machista,
porque para él la mujer no es más que un ser inferior, utilizable
para sus intereses y sustituible por otra en el caso de que se
convierta en inservible.
Es verdad que en nuestra cultura
solemos ser muy críticos con el uso del burka. Sin embargo, no nos
damos cuenta de que en nuestro entorno vital practicamos otra manera
de hacer desaparecer a la mujer como tal, de presentarla no como una
persona, sino como una cosa que cumple las funciones que al machista
le interesan. Este es el planteamiento de la exposición de Yolanda
Domínguez.
Con la misma tela con la que están
confeccionados los burkas y en colaboración con Sara Ostos
como diseñadora, se presentan prendas femeninas occidentales
cargadas de erotismo, de sensualidad e, incluso, alguien diría que
de glamour. Tangas, corsés, pezoneras o vestidos más o menos
livianos y sugerentes parecen indicar una condena al burka, del que
se exhibe también en la muestra un ejemplar auténtico. Sin embargo,
la propuesta no acaba en esta crítica, porque la mujer que puede
vestir ropas similares a las que se presentan en la muestra sufre en
su ser un tipo parecido de esclavitud, aparentemente más llevadero,
pero igualmente despersonalizante. La mujer occidental es también
víctima del machismo desde el momento en que acepta en su vestimenta
los criterios que le impone el hombre. Si al hombre machista le
interesa que la mujer se destape y ésta no tiene otro criterio mejor
que oponer, se destapará. Por un supuesto amor, por protección, por
economía o por rutina, la mujer que asume el criterio machista
termina por obedecer “a la manera occidental” a las llamadas
desde el poder de los hombres. Es muy significativo que uno de los
temas en los que puede vislumbrarse la presencia de un maltratador en
nuestra sociedad es el control que suele hacer sobre la forma de
vestir de su pareja. Y la mujer puede llegar a tener tan asumido el
gusto y la exigencia de los hombres en sus ropas, que encuentra
normal taparse o destaparse aunque ningún hombre concreto se lo
pida.
Hay dos maneras de impedir que una
mujer viva como una mujer, esto es, como una persona que es mujer.
Una, tapándola para que nadie vea que debajo de esas telas va una
mujer y para que ella misma no pueda sentirse como tal. Otra,
destapándola para que luzca a los ojos de todos, no como un ser
humano, como una persona, sino como un objeto de deseo y de
complacencia, como una propiedad privada que se exhibe con orgullo
por su dueño. Mientras los hombres machistas no aprendan a vivir
como seres humanos y mientras las mujeres no reaccionen y dejen de
hacerse cómplices de una ideología que las reduce a la condición
de esclavas del macho, aquí seguiremos pensando equivocadamente que
el método de tortura en la vestimenta de la mujer es el burka y no
lo que se ha asumido como normal en nuestro entorno. Mientras hombres
y mujeres no sean capaces de comprender y de vivir la igualdad real,
la sociedad seguirá siendo machista y las mujeres, las víctimas de
los hombres. La brillante exposición de Yolanda Domínguez es
un espejo en el que deberían mirarse las mujeres de cualquier
cultura y de cualquier sociedad.
jueves, 21 de junio de 2012
Con artistas
El que no crea, envejece y los viejos,
que pueden serlo a cualquier edad, acaban muriendo pronto.
Me gusta ver arte, contemplar obras de
arte. El arte no sólo te permite evadirte de este mundo estúpido,
sino que te impulsa a otro mucho más agradable, aunque a veces sea
más trágico, que éste. El arte se apodera de ti con una fuerza
irresistible y te proporciona un placer intenso y suave, a la vez,
inquietante y relajante, como si fuera un prodigio milagroso de la
naturaleza.
Me enamora el arte y me entusiasma
escuchar a personas que viven creando, que entienden la vida como
algo en las antípodas de la rutina, de la tradición, del estatismo
interesado de quienes están en los poderes.
Últimamente he tenido el grandísimo
placer de hablar con algunos artistas, y, sobre todo, de
escucharlos. A algunos los oí con atención en público y les tiré
de la lengua todo lo que supe, pero a otros -a otras, porque éstas
eran mujeres- tuve la fortuna de escucharlas de manera más personal.
Me parecieron seres humanos excepcionales, conscientes del mundo en
el que estamos, humildes en su forma de estar en él, pero sin
renunciar a sus deseos de cambiarlo para mejorarlo, fuertes como
árboles bien plantados aunque en terrenos poco propicios, con muchas
ganas de vivir y de crear, de sacarle al mundo sus secretos. Sobre
todo, imbuidas del ideal de la igualdad, que adorna con luces de gozo
y de fiesta a los espíritus elegidos para abrir los caminos.
Creo que una de las características
básicas del artista es su mente abierta a un mundo con el que quiere
comunicarse y que entiende que puede cambiar, pero no para que le
favorezca a él, sino porque entiende que un mundo mejor es posible y
deseable.
La emoción que me produce el estar un
rato con un creador hablando de su obra y del acto de creación se la
traduzco luego, cuando puedo, en un abrazo que me sale de dentro y
que no sé si entenderán o no, pero que estoy seguro de que sienten.
Es mi reconocimiento a la presencia ante mí de un ser que me supera
y que es capaz de entender esa vida como a mí me gustaría poder
vivirla. Es también, claro, una muestra del cariño que siento por
quien es capaz de estar un rato de su tiempo hablando conmigo de lo
que hace, de lo que piensa y de lo que vive.
He sido afortunado estos días y le doy
las gracias a estos amigos artistas por sus detalles. Dar las gracias
quiere decir que ojalá la vida les regale a ellos también el mismo
placer que ellos me han regalado a mí.
miércoles, 20 de junio de 2012
CARTA DE UN PACIENTE ONCOLÓGICO A LOS VOTANTES DEL PP
He encontrado esta carta en Facebook y creo que es necesario difundirla.
A todos y todas las que habéis votado al PP y seguís apoyándolos, ya sea a nivel nacional o en la Comunidad de Madrid, me gustaría daros un puñetazo en el alma, que también sangra si se la golpea con suficiente fuerza.
Entre vosotros seguro que tendría que pegar a unos cuantos familiares, amigos y conocidos, pero os lo mereceríais, por cabrones.
Como soy de la opinión de que una paliza no se justifica si no se explica antes el motivo, os lo voy a dejar bien claro.
Me llamo Roberto, esposo de Eva y padre de dos hijos. El cuarto cumpleaños del pequeño lo celebré en el hospital luchando para vencer el cáncer que quería matarme.
Hace tres años sufrí tratamiento quirúrgico, quimioterápico y radioterápico. Desearía que sufriérais cada una de las arcadas y llanto que tuve que pasar porque, por vuestro voto culpable, hoy estoy un paso más cerca de sufrir de nuevo el infierno. Yo, y todos los pacientes oncológicos que se ven afectados por los recortes que Esperanza Aguirre y el Gobierno del PP se niegan a aceptar, mintiendo como hacen siempre.
Este es mi caso particular. Ojalá infecte vuestro corazón.
Tenía cita prevista con mi oncólogo a inicios de Julio. Él y otra doctora más se han jubilado y, por culpa de los recortes que el gobierno del PP está implantando en la sanidad, me he quedado sin especialista y mi cita se ha movido a Septiembre, ya que el Hospital no va a suplir dichas plazas con nuevo personal.
¿Que pasa con los pacientes de esos oncólogos? La respuesta del hospital La Princesa, en Madrid, es que sus expedientes se valorarán de forma “virtual” por la Responsable de Oncología y, si hay algún problema en las pruebas, llamarían al paciente. Si no, la cita de septiembre permanecerá.
Por si no lo tenéis claro, os lo recordaré. Los enfermos oncológicos tenemos derecho a que un especialista nos revise personalmente en los plazos estipulados según el procedimiento marcado. No me vale una revisión virtual. ¿Queréis saber porqué no me fío? Cuando me detectaron mi primer cáncer no me avisaron y transcurrieron más de dos meses hasta que caí en manos de una especialista que me trató. En ese tiempo, mi tumor pasó de dos centímetros a más de seis, y sufrí tratamiento quimioterápico más fuerte y con peores efectos secundarios.
Esperanza Aguirre, Rajoy y el resto de políticos con responsabilidades hoy en día son culpables de todo el sufrimiento que se va a causar a víctimas de sus recortes y familiares. Y en la cadena de responsabilidad también estáis vosotros, porque les habéis votado y garantizais que sigan maltratando la sanidad pública de forma impune. Vosotros, simpatizantes del PP, sois más culpables aún que ellos de lo que está pasando, por creeros la sarta de mentiras que nos quieren hacer tragar.
Y por eso, os maldigo.
A todos y todas las que habéis votado al PP y seguís apoyándolos, ya sea a nivel nacional o en la Comunidad de Madrid, me gustaría daros un puñetazo en el alma, que también sangra si se la golpea con suficiente fuerza.
Entre vosotros seguro que tendría que pegar a unos cuantos familiares, amigos y conocidos, pero os lo mereceríais, por cabrones.
Como soy de la opinión de que una paliza no se justifica si no se explica antes el motivo, os lo voy a dejar bien claro.
Me llamo Roberto, esposo de Eva y padre de dos hijos. El cuarto cumpleaños del pequeño lo celebré en el hospital luchando para vencer el cáncer que quería matarme.
Hace tres años sufrí tratamiento quirúrgico, quimioterápico y radioterápico. Desearía que sufriérais cada una de las arcadas y llanto que tuve que pasar porque, por vuestro voto culpable, hoy estoy un paso más cerca de sufrir de nuevo el infierno. Yo, y todos los pacientes oncológicos que se ven afectados por los recortes que Esperanza Aguirre y el Gobierno del PP se niegan a aceptar, mintiendo como hacen siempre.
Este es mi caso particular. Ojalá infecte vuestro corazón.
Tenía cita prevista con mi oncólogo a inicios de Julio. Él y otra doctora más se han jubilado y, por culpa de los recortes que el gobierno del PP está implantando en la sanidad, me he quedado sin especialista y mi cita se ha movido a Septiembre, ya que el Hospital no va a suplir dichas plazas con nuevo personal.
¿Que pasa con los pacientes de esos oncólogos? La respuesta del hospital La Princesa, en Madrid, es que sus expedientes se valorarán de forma “virtual” por la Responsable de Oncología y, si hay algún problema en las pruebas, llamarían al paciente. Si no, la cita de septiembre permanecerá.
Por si no lo tenéis claro, os lo recordaré. Los enfermos oncológicos tenemos derecho a que un especialista nos revise personalmente en los plazos estipulados según el procedimiento marcado. No me vale una revisión virtual. ¿Queréis saber porqué no me fío? Cuando me detectaron mi primer cáncer no me avisaron y transcurrieron más de dos meses hasta que caí en manos de una especialista que me trató. En ese tiempo, mi tumor pasó de dos centímetros a más de seis, y sufrí tratamiento quimioterápico más fuerte y con peores efectos secundarios.
Esperanza Aguirre, Rajoy y el resto de políticos con responsabilidades hoy en día son culpables de todo el sufrimiento que se va a causar a víctimas de sus recortes y familiares. Y en la cadena de responsabilidad también estáis vosotros, porque les habéis votado y garantizais que sigan maltratando la sanidad pública de forma impune. Vosotros, simpatizantes del PP, sois más culpables aún que ellos de lo que está pasando, por creeros la sarta de mentiras que nos quieren hacer tragar.
Y por eso, os maldigo.
Yolanda Domínguez en PhotoEspaña: Preludios
Cada artista expresa lo que vive,
aquella parte de su experiencia que le resulta relevante y que
considera merecedora de ser comunicada a los demás. Esta experiencia
vital del artista puede ocupar un espacio significativo más bien
cercano a su mundo intelectual, en cuyo caso su obra es muy posible
que resulte un tanto críptica u oscura, con un contenido muy
personal y propio del artista. Por el contrario, cabe suponer que la
referencia de la obra de arte se encuentre más en los alrededores de
lo que le ocurre a un buen número de ciudadanos y probablemente en
estas circunstancias pueda ser más fácilmente comprendida por
estos, con lo que la experiencia comunicativa pretendida por el
artista será, sin duda, más feliz.
Este último me parece que es el caso
de Yolanda Domínguez en toda su obra y, en particular, en su
última propuesta para PhotoEspaña, la titulada Preludios,
que puede contemplarse en la Galería Rafael Pérez Hernando,
de Madrid, hasta el 27 de julio. La artista, sin renunciar, ni mucho
menos, a la dimensión sugerente, simbólica, provocadora e
interpretable que toda obra de arte tiene, presenta una temática
cercana, o que, al menos, debería serlo, al espectador.
La serie, como decimos, se denomina
Preludios. La lógica pregunta subsiguiente es: preludios ¿de
qué? Veamos. Que sean fotografías, todas ellas pigmentadas en rosa,
sobre temas domésticos y tomadas en una casa de muñecas son
indicios suficientes para concluir que se refieren a la mujer. Con
más concreción, se trata de plasmar las funciones que el ideario
tradicional ha atribuido a las mujeres dando lugar a lo que
socialmente se conoce como género femenino.
Aparecen así un conjunto de paisajes
domésticos en los que figuran muebles, ventanas, atuendos de mujeres
y enseres que podemos encontrar en cualquier hogar. En todos ellos
parece latir algún elemento inquietante que sirve para que nos
adentremos en el mundo real de la mujer. No encontramos en ellas
ningún ser humano y, sin embargo, su enorme poder sugerente nos hace
adivinar presencias ausentes, pasados hechos presentes, futuros
adelantados, temores invisibles, esclavitudes sin cadenas, rutinas
asumidas o incluso violencias que pueden avecinarse. Una mujer sin
rostro y sin cuerpo parece estar siempre presente, sin verse, en
todas las fotografías.
La iconografía de Yolanda Domínguez
es, no obstante, sencilla y hasta podría parecer un tanto ingenua.
No encontramos en ella a primera vista elementos que la conviertan en
una suerte de denuncia o de crítica en algún sentido. Pero puede
detectarse pronto un enorme poder evocador, sugerente, en cuyo caso
las fotografías se convierten en vehículos con capacidad para
enlazar las situaciones que se relatan con otras que encontramos en
la vida diaria. La limpieza, el sexo, la belleza, la figura de la
madre o la comida son algunos de los asuntos que se muestran y
justamente la ausencia de personas hace que las situaciones que se
adivinan se puedan generalizar y permitan una lectura más teórica y
más desligada de situaciones demasiado concretas. Estas situaciones
presentes en la serie se asocian con frecuencia con funciones
femeninas, con tareas que, sin que medie ninguna justificación
razonable, la sociedad atribuye a las mujeres. Pero ¿qué ocurre
después de que la mujer emplee su vida en el desarrollo de esas
funciones femeninas? Lo que se entiende como femenino ¿humaniza más
a la mujer o la reduce a un ser obediente? ¿Cuál es el precio que
paga la mujer por estar siempre bella, dulce y dispuesta? ¿Tienen
sentido las horas de trabajo doméstico sin remuneración, los
sacrificios por mantener una estética femenina? ¿Qué razón hay
para mantener la discriminación por razón de sexo? Estos son
algunos de los asuntos vitales que la propuesta de Yolanda Domínguez
podría sugerir con sus Preludios. Lo que hay más allá de
estas fotografías, lo que puede que sugieran es que todavía en
nuestras sociedades las mujeres tienen que revisar sus papeles, si
quieren recuperar su libertad y su humanidad.
martes, 19 de junio de 2012
Todo viejo
Tengo la impresión de que todo se ha
quedado antiguo, de que todo está viejo, de que lo que hay vale más
bien poco. Hay trabajos que son de otros tiempos y que necesitan
urgentemente una reconversión, una adaptación a una situación con
futuro. Otros trabajos, necesarios y con futuro, se ejercen de forma
absurda, como si el mundo no hubiera cambiado. Nuestras ideas se han
quedado demasiado simples. Muchas de nuestras formas de estar en el
mundo ya no sirven. Los valores que podrían sernos más útiles han
caído y sólo sobreviven los más bajos, los más destructivos, los
que más nos alejan de lo humano. Más que con la razón, parece que
la sociedad se ha estructurado con sentimientos, con deseos y, sobre
todo, con codicia. El fracaso de este mundo que hemos creado se
deriva de que los progresistas -en sentido político, pero también
en sentido vital- no han sabido serlo suficientemente y han estado
parcheando los problemas que han ido surgiendo, pero de una manera
chata, casi ciega, sin saber crear ni ver un futuro mejor. Y los
conservadores, que sólo pretenden que el mundo les sea a ellos más
favorable, olvidándose de todos los demás, han conservado
demasiado, han frenado demasiado, han sido demasiado egoístas,
demasiado brutos, demasiado cínicos, han fomentado demasiado la
ignorancia y se han aprovechado demasiado de ella. Es posible que
esto sea un aspecto de la crisis actual, pero, en todo caso, es algo
que mientras no se arregle -no sé si por un líder o entre todos-,
va a mantenernos en el fondo de un océano sin agua.
Según mi amigo Bautista 19 / 6 / 2012
Tal día como hoy de 1623 nació el pensador Blaise Pascal.
"La mayoría de los males les vienen a los hombres por no quedarse en casa." (Pascal)
lunes, 18 de junio de 2012
domingo, 17 de junio de 2012
Artistas 1
Hay artistas que para hacer más
sugerente su obra suprimen información que podrían dar, con lo que
sitúan el fruto de su creación en un escondido e inaccesible rincón
de su propia mente o en el interior de su portafolios. Otros, en
cambio, parece que facilitan el acceso a su obra, invitan a entrar en
ella y, sin perder su capacidad de evocación y de provocación, se
sitúan cerca del lector o del espectador para lograr la comunicación
con él. Suelen ser más inteligentes los segundos.
sábado, 16 de junio de 2012
Según mi amigo Bautista 16 / 6 / 2012
Tal día como hoy de 1967 tuvo lugar el Festival de Monterrey, considerado como el mayor espectáculo musical de la historia.
viernes, 15 de junio de 2012
jueves, 14 de junio de 2012
miércoles, 13 de junio de 2012
The Sue Project
Esta chica no canta como los ángeles, porque es otro estilo el suyo, pero lo hace muy bien. Lo suyo se llama The Sue Project. Se la puede oír en fiestas, cumpleaños y demás. Y aquí.
martes, 12 de junio de 2012
lunes, 11 de junio de 2012
domingo, 10 de junio de 2012
sábado, 9 de junio de 2012
Una tarde en PhotoEspaña 1
Tras asistir el martes a la
inauguración de Preludios, la serie que Yolanda Domínguez presenta para el Festival Off de PhotoEspaña
en la Galería Rafael Pérez Hernando, decidimos dedicarle una
primera tarde a contemplar algunas de las exposiciones que el llamado
XV Festival Internacional de Fotografía y Artes Visuales
presenta en Madrid del 6 de junio al 27 de julio de 2012.
Comenzamos por visitar la muestra que
se exhibe en Loewe, en la magnífica tienda situada en la Gran
Vía, número 8, que diseñara en 1939 Ferrer Bartolomé. Se muestran
aquí, por primera vez en España, fotografías de Scott Schuman,
uno de los fotógrafos más de moda en la actualidad. En su blog The Sartorialist incluye fotografías de gente con estilo,
con una peculiaridad individual que la distingue del resto de los de
su entorno, algunas de las cuales forman el conjunto que podemos
observar en Loewe. Su estética es muy colorista, sus modelos
muestran una gran elegancia y suelen ser personas de la calle. La
obra de Schuman se encuentra, entre otros lugares, en el Victoria
& Albert Museum y en el Tokyo Metropolitan Museum of
Photography.
La segunda parada fue en la galería de
Oliva Arauna. La exposición correspondiente a PhotoEspaña no
se inaugurará hasta el 16 de junio y será una muestra del artista
portugués Eurico Lino do Vale. Mientras tanto y hasta
el sábado 9 hay una preciosa exposición de Concha Prada
titulada El cuento de la lechera. La autora ha
desarrollado un trabajo ímprobo a lo largo de dos años para lograr
una instantaneidad que muchas veces parece atentar contra las leyes
de la física y de la lógica. La pregunta que surge ante la visión
de estas fotografías es siempre ¿pero cómo es posible? Es la
primera vez que la fotógrafa incluye cuerpos humanos en sus obras y
lo hace como un elemento más de la propuesta dinámica que nos
ofrece, relacionada con un mundo de ensueños y de frustraciones que
nos impiden ver la realidad. Siempre sobre fondos negros, Concha
Prada sitúa los movimientos de un ser humano en posturas acrobáticas
y de un cubo lleno de leche que se desparrama y que genera escenas de
una belleza plástica indudable.
Los fondos negros sobre los que Concha
Prada sitúa su obra podrían servir de nexo de unión con la tercera
visita de la tarde, esta vez a la muestra de Pierre Gonnord en
la galería Juana de Aizpuru, en la calle Barquillo, 44
titulada Territoires. Gonnord es Gonnord y sus retratos
alcanzan unas cotas de belleza difícilmente igualables. Con un
esquema de iluminación siempre muy similar y con unos modelos muy
preparados para el acto fotográfico, Gonnord nos deleita con unos
retratos de señores, señoras, niños y niñas, a los que eleva a la
condición de personajes eternos con una estética cercana a la
pintura barroca. Pierre Gonnord, fotógrafo francés afincado en
España, provoca la admiración del espectador que difícilmente
quedará indiferente ante su obra.
La última etapa fue en la galería
Elvira González, en donde la fotógrafa alemana Uta Barth,
usando el color blanco como base de su obra, muestra las atmósferas
posibles en un ámbito doméstico en donde la luz es la protagonista.
La calidez y la calidad de su obra están muy bien contextualizadas
en la galería, que aparece como el lugar idóneo para la
contemplación de esta exposición.
No es conveniente abrumar la
sensibilidad con excesivas experiencias similares, por lo que
decidimos terminar la tarde cambiando un poco de registro. Fuimos a
ver La loba, la obra de Lillian Helmman
que pone magistralmente en escena Nuria Espert al frente de un
estupendo grupo de actores. Tuve la suerte de contemplar a la actriz
desde la primera fila: su mirada penetrante, su boca que hablaba
incluso sin pronunciar palabra alguna, su dicción perfecta y su
desenvolvimiento por el escenario para llenar completamente la escena
con su presencia. Una gozada de mucho altura.
Etiquetas:
Concha Prada,
Elvira González,
Eurico Lino do Vale,
Juana de Aizpuru,
Loewe,
Nuria Espert,
Oliva Arauna,
PhotoEspaña,
Pierre Gonnord,
Scott Schuman,
Territoires,
The Sartorialist,
Uta Barth,
Yolanda Domínguez
Suscribirse a:
Entradas (Atom)