Que me crie en los ochenta lo he contado a voz en grito muchas veces; que esta época me marcó mucho: su nuevo posicionamiento social, las ansias de romper con todo un sistema constreñido que perduraba desde hacía mucho tiempo, la rebeldía, las ganas de ser diferente, de fragmentar los modelos y roles marcados para los dos géneros que se tenían aprendidos, el barrio que me vio crecer, humilde, estigmatizado y pisoteado por una droga denigrante...
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