¿En qué consiste vivir?
Gran pregunta para un ser humano.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
Vivir no es solo estar, sino ser: ser lo que se quiere ser, ser uno mismo, sentirse siendo.
Para ser, hay que expresarse, hay que hablar.
Para hablar, aquella persona a quien le hablas te tiene que escuchar.
Si no te escucha, no te está dejando ser.
Y si no puedes ser, lo mejor es que te vayas.
Dicen que cada nuevo día es un regalo de la vida. Dicen también que lo importante es vivir cada día con amor, desde el amor. Pero ¿qué es el amor? ¿es una manera de actuar o un sentimiento? ¿o quizá es sexo? ¿cómo se puede vivir con amor? ¿qué tiene que ver el amor con mis aspiraciones en la vida? Y si no es con amor, ¿con qué se puede vivir?
Hoy es el día no sé cuántos de algún mes de un año de estos. Da igual. Lo que importa es que tenemos que proponernos que hoy, el único tiempo del que disponemos ahora mismo para vivir, sea un gran día. Ojalá descienda de los cielos, suba de los infiernos o aparezca delante de nosotros un espacio vital de tranquilidad, no de paz, que eso es imposible, sino una tregua de sosiego, sin urgencias, sin prisas, sin necesidades que confluyan y te saquen de ti mismo y te desvíen hacia donde no quieres ir. Ojalá la alegría se haga presente, con sus amigos la generosidad y el amor. Y si la realidad se empeña en ponerse adversa, a ver si somos capaces de relativizarla. Si es necesario, fijémonos en nuestras virtudes y nuestros logros, y démosles más importancia que a los problemas. Qué bueno sería que aprendiéramos algo interesante hoy, y que afináramos la mirada para que pudiéramos ver la belleza, la armonía y la bondad, para que pudiéramos gozar con ello. Y que fuéramos capaces de sacar hacia la realidad lo mejor de nosotros mismos. Nuestra buena actitud nos puede predisponer a que haya suerte, y con ambas puede que salga un día que nos haga amar la vida. Vamos a ello.
Cada nuevo día es un regalo de la vida que deberíamos aceptar con agradecimiento y con alegría.
Cada momento de la vida es una oportunidad de disfrutar de lo que somos, de lo que hemos llegado a ser construyéndonos cada día.
No se trata de disfrutar de lo que tenemos, que eso conviene compartirlo en la medida de lo posible, sino de lo que hemos considerado hasta este momento que era lo más valioso de la vida y que por eso lo hemos hecho nuestro. Los valores se llaman así porque valen. De eso es de lo que hay que disfrutar.
Buen y alegre día para ti, que lees esto, y también para quien no lo lea.
Las cosas, simplificando mucho, están formadas por partículas elementales que se agrupan en otras más complejas. Estas, a su vez, se asocian de muchas maneras dando lugar a todo lo que constituye la realidad. De forma parecida, la vida está compuesta de momentos que generan vivencias, y de estas, entretejidas unas con otras, surge la vida.
Hemos venido a vivir la vida. Me parece que esto hay que hacerlo siendo conscientes de lo que se vive. La vida merece ser vivida intensamente, pero pronto hay que tener presente lo que se ha vivido o lo que se está viviendo. Sin conciencia, la vida pasará por uno, pero no nos daremos cuenta. La vida, además de vivirla conscientemente, hay que llenarla de valores positivos, de humanidad, y vaciarla de toda la escoria que entre todos vamos generando. Creo que se trata de que en cada momento y en cada vivencia, rechacemos los miedos, que generan odios, el asco que nos va creciendo en la mente al observar tantas cosas, el resentimiento que puede producirnos las dificultades de la vida. Y el sitio que dejen libre estas desgracias, en cada momento y en cada vivencia, hay que llenarlo, siempre que se pueda, de generosidad, de comprensión, de positividad, de solidaridad, de alegría, de amor. No se trata de que uno pueda cambiar el mundo ni de que pueda amar a toda la humanidad, pero sí de que lo que aportemos a este mundo, del que debemos formar parte activa, sea algo que nos haga mejores, a uno mismo y a los otros.
Creo que no debemos echar el ancla nunca. No debemos pararnos, ni creer que ya hemos llegado a ninguna meta. Habría que irse de este mundo andando, avanzando por el camino, habiendo progresado todo lo posible. Pararnos, sentarnos y ver pasar la vida por delante es como morir en vida. Hay que moverse y andar, pero siempre hacia adelante. Y con todos los que se pueda.
Un día más.
Otro regalo diario de la vida.
Un día con el regalo del sol,
con el regalo del fresco de la mañana,
con el regalo de la sonrisa de quien se despierta,
con el regalo de una salud aceptable,
con el regalo de una cierta tranquilidad,
con el regalo de una nube de amor alrededor,
con la desdicha de todo el mal que anida aquí, allá y más allá,
pero con el regalo de un proyecto de día,
con el regalo de una cierta esperanza.
10 de abril de 2017
No es lo mismo vivir que existir.
Pobre de quien sale a la vida a ganar. Su enorme confusión le hace perderlo todo. Confunde la política, que es el arte de resolver los problemas concretos de los ciudadanos, con ganar siempre, como si siempre hubiera elecciones. Confunde el juego del fútbol con la ocasión de ganar inexcusablemente a un adversario convertido en enemigo, da igual quien sea. Confunde las reuniones con la oportunidad de ser el más guapo o la más guapa o el más simpático o el/la más... Confunde sus opiniones con la inexistente verdad absoluta. Confunde el intento de ser humano que somos cada uno con lo que pomposamente llama el mejor. Vivir no es ganar, sino establecer unas relaciones con los demás, de manera que se forme un mundo agradable para todos, en donde nadie gane ni pierda.
8 de febrero de 2020
Vivir es problemático.
19 de enero de 2016
Uno no importa nada, si lo que importa es la otra persona. No se trata de ser héroes, ni de sacrificar la vida, sino de ser humanos, de sentirse uno entre muchos que te necesitan, que nos necesitamos. Vivir no es vivir mi vida, sino la vida, la de todos. No se trata de renunciar al placer, sino de compartirlo. No se trata de instalarse en el sacrificio, sino de compartir las alegrías, y el tiempo y las oportunidades. Sólo olvidándose de uno mismo, se acordará la vida de ti.
Aunque prefieras, quizá, mirar para otro lado, es seguro que te vas a morir. Tú, yo y todos. Aprovecha que estás vivo, también en las circunstancias actuales. Vive hoy prudentemente, pero lo mejor que puedas vivir. No pierdas ni un momento. Y con alegría.
¿Dónde buscas la felicidad? ¿Por qué haces cosas tan raras para intentar conseguir la felicidad? La felicidad está a tu lado. Solo se trata de ser conscientes, de darse cuenta, de que cada día, cada momento, es un regalo de la vida, una oportunidad única que hay que vivir; de que cada situación debe ser una ocasión para disfrutar de lo que hagamos; de que con generosidad, con amor, se ve la vida con alegría y con optimismo y de que la mayor parte de las veces la felicidad aparece cuando ayudamos a los otros a que sean felices. Esta actitud nos lleva a encontrarle sentido a la vida. Y ser feliz es encontrar ese sentido.
25 de septiembre de 2013
Hoy se ha levantado de la cama un ser único. Ese ser insustituible tiene hoy veinticuatro horas para vivir. Ni una más. Tiene que llenar el día de vivencias que le hagan sentirse un ser humano. Debe convencerse de que vivir tiene sentido y de que es una gozada estar en el mundo. Ese ser, destinado a las más grandes tareas, tiene, además, que hacer algo por la gente que le rodea: escuchar, hablar, dar cariño, ayudar, dejar vivir o sonreír. No tiene otro día para hacerlo, porque mañana será otro día, pero no hoy. Ese ser tiene esa enorme tarea hoy por delante, la de vivir, la de vivir bien, como un ser humano. Ese ser eres tú. Y hoy es un día único. Suerte. Ánimo.
Buenos días.