lunes, 25 de julio de 2011

Como una droga



Hay una clase de listos que dicen tonterías para que los oyentes, a los que cree tontos, les hagan caso y acepten sus consignas. Previamente han entontecido a cuantos más, mejor, acostumbrándolos a la mentira, privándolos de una educación crítica, sembrándoles el odio en lugar de la igualdad, acostumbrándolos a asumir las discriminaciones a las que son sometidos sin que se den cuenta y construyendo así, poco a poco, una clientela de tontos fieles, sumisos, inconscientes y dispuestos a todo con tal de que el listo les salve lo que les queda de vida infeliz. Sólo queda la posibilidad improbable de que el tonto tome conciencia de que el supuesto listo en realidad es un golfo que le está engañando desde que apareció en su vida. Pero esto es algo tan difícil como dejar la droga.

Django Reinhardt


domingo, 24 de julio de 2011

Así es el PP / 2

La caída de un presidente por el 'caso Gürtel' 




EL PAÍS  -  Madrid
EL PAÍS  -  España - 22-07-2011


Los dirigentes del PP reciben cada mañana un argumentario breve con el asunto central del día, para que puedan responder ante la prensa. El de ayer, centrado en la dimisión de Francisco Camps, va incluso más allá de lo que se atrevieron a trasladar algunos dirigentes en sus intervenciones ante la prensa. De hecho, va tan lejos que falsea algunos datos sobre el proceso por cohecho impropio contra Camps. "La acusación está promovida por el Partido Socialista y la fiscalía del Gobierno socialista", llega a decir. Lo cierto es que la investigación inicial, dirigida por el juez Baltasar Garzón, se inició con una denuncia de un exconcejal del PP y fue impulsada por la Fiscalía Anticorrupción, dirigida por Antonio Salinas, que fue nombrado durante el Gobierno de José María Aznar.

"Tras ser archivado, fue reabierto por orden expresa del Gobierno socialista a la fiscalía", insiste el argumentario. Los populares aseguran que María Teresa Fernández de la Vega ordenó a la fiscalía reabrir el caso. Sin embargo, la fiscalía estaba casi obligada a recurrir después de una enorme polémica por un archivo que contó con un voto particular de un magistrado conservador y fue decidido por un juez, Juan Luis De la Rúa, amigo de Camps. Además, fue el Tribunal Supremo, por unanimidad de cinco jueces, y no la fiscalía, quien decidió reabrir el caso en un durísimo auto contra el tribunal de De la Rúa.





El argumentario remata: el ejercicio de responsabilidad de Francisco Camps deja sin discurso al PSOE. El presidente Camps dimite en un ejercicio de responsabilidad y generosidad. "El PSOE debe explicar ahora por qué Bono, Chaves y Griñán no han dimitido todavía. Rubalcaba tiene que explicar por qué no ha dimitido por traicionar a la policía y a la Guardia Civil con el chivatazo a ETA".



Enya

sábado, 23 de julio de 2011

Amy Winehouse: ya

Letras que hago mías: Gerard Mortier / 5




P. Luego está Internet, que ha revolucionado la industria y ha dinamitado el viejo concepto de autoridad.

R. Como ve [dice señalando la mesa de su despacho], no tengo ordenador. No he estudiado el caso de Internet y no quiero sacar conclusiones sobre algo que no he estudiado. Tengo colaboradores más jóvenes que lo usan y sé que la web es fundamental. La Red es un medio que debemos usar, sin duda. La pregunta es, de nuevo, cómo. ¿La autoridad? A finales del siglo XVIII perdió su autoridad la Iglesia; luego, la fue perdiendo el Estado poco a poco. Por eso, los masones y algunos intelectuales, como Goethe, promovieron la elaboración de una ética individual. Para eso debe servir la educación, para formar esa ética. Actualmente la autoridad es el mercado. Y ese es un problema serio. El que tiene el dinero marca el precio y quiere también marcar el valor.

Pero no soy pesimista. Para mí no es importante que la cultura europea sea la más fuerte sino que sus valores sobrevivan. Pero no soy un profeta, debo vivir hoy luchar contra el consumismo y la frivolidad. No podemos cambiar a la humanidad pero sí influir en algunos lugares, no queramos dominarlo todo. En pequeñas células podemos hacer cosas muy interesantes. Es maravilloso ver la emoción de 15 estudiantes emocionados con una pieza musical o con un poema.

Belle and Sebastian

viernes, 22 de julio de 2011

Letras que hago mías: Gerard Mortier / 4

Por su naturaleza, la ópera es un lugar conservador. Y no está mal mientras no se vuelva reaccionario. ¿Y qué es un reaccionario? Pues un conservador que no tiene curiosidad por lo nuevo. Yo entiendo a la gente que quiere conservar valores. Pero conservar bien es también abrir el interés a cosas nuevas. Si no, los valores se marchitan y mueren. Los conservadores no pueden pensar que la ópera es un espacio exclusivamente suyo. Yo tengo una gran fe en la emoción directa. He visto la reacción de la gente cuando hice Tristan e Isolda con Bill Viola. Hicimos 25 espectáculos. Muchas veces el público es más inteligente que los llamados profesionales de la información y de la crítica. ¿Que de 1.500 personas 30 se marchan del teatro? No está mal. También se salían de las primeras óperas de Mozart.

Ornette Coleman

jueves, 21 de julio de 2011

Letras que hago mías: Gerard Mortier / 3




La ópera es un momento de la historia de la música muy conectada con una época. De hecho, es muy posible que no creemos nuevas óperas en 100 años. ¿Es grave? No. La tragedia griega clásica duró unos pocos años. Hoy representamos tragedias griegas pero no las escribimos. Ya no tenemos el paisaje social y político para escribirlas. George Steiner ha escrito un libro magnífico sobre por qué. La ópera es una forma de arte burgués, no aristocrático. La ópera Garnier es el Versalles de la burguesía. Hay formas de arte -la música, la poesía, la arquitectura- que siempre han existido y siempre van a existir. Otras no. Milan Kundera ha escrito mucho sobre la evolución de la novela, por ejemplo. También la poesía épica ha desaparecido. En la ópera hay dos direcciones: una es el divertimento y el virtuosismo, pero eso ya está, y muy bien, en espectáculos como los del Circo del Sol. La otra dirección consiste en revalorizar las emociones a través del canto en un tiempo en el que la emoción se confunde con el sentimentalismo.