La caída de un presidente por el 'caso Gürtel'
EL PAÍS - Madrid
Los dirigentes del PP reciben cada mañana un argumentario breve con el asunto central del día, para que puedan responder ante la prensa. El de ayer, centrado en la dimisión de Francisco Camps, va incluso más allá de lo que se atrevieron a trasladar algunos dirigentes en sus intervenciones ante la prensa. De hecho, va tan lejos que falsea algunos datos sobre el proceso por cohecho impropio contra Camps. "La acusación está promovida por el Partido Socialista y la fiscalía del Gobierno socialista", llega a decir. Lo cierto es que la investigación inicial, dirigida por el juez Baltasar Garzón, se inició con una denuncia de un exconcejal del PP y fue impulsada por la Fiscalía Anticorrupción, dirigida por Antonio Salinas, que fue nombrado durante el Gobierno de José María Aznar.
"Tras ser archivado, fue reabierto por orden expresa del Gobierno socialista a la fiscalía", insiste el argumentario. Los populares aseguran que María Teresa Fernández de la Vega ordenó a la fiscalía reabrir el caso. Sin embargo, la fiscalía estaba casi obligada a recurrir después de una enorme polémica por un archivo que contó con un voto particular de un magistrado conservador y fue decidido por un juez, Juan Luis De la Rúa, amigo de Camps. Además, fue el Tribunal Supremo, por unanimidad de cinco jueces, y no la fiscalía, quien decidió reabrir el caso en un durísimo auto contra el tribunal de De la Rúa.
El argumentario remata: el ejercicio de responsabilidad de Francisco Camps deja sin discurso al PSOE. El presidente Camps dimite en un ejercicio de responsabilidad y generosidad. "El PSOE debe explicar ahora por qué Bono, Chaves y Griñán no han dimitido todavía. Rubalcaba tiene que explicar por qué no ha dimitido por traicionar a la policía y a la Guardia Civil con el chivatazo a ETA".
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes expresar aquí tu opinión.