viernes, 8 de julio de 2016

Los viernes, etimologías. 119. Productos agrícolas VI. Verduras



LECHUGA

En latín era lactuca, de lac-lactis, leche. O sea, que no ha habido cambios. Ya decía Plinio que el nombre aludía a la savia blanca que vemos al cortar sus hojas. Los romanos comían mucha lechuga, de muchas variedades y por temporadas, que describe Plinio. En cambio los griegos tenían un tabú: que era comida de mujeres, y que produce impotencia. En francés laitue, italiano lattuga, pero catalán enciam (posiblemente de incisamen, corte), portugués alface (del árabe al-khass), euskera sí, letxuga.

TOMATE

La palabra vino, con el producto, de América. Tomatl en náhuatl significa agua gorda. Es gracioso cómo dice el inglés potato y tomato, dos americanismos, a través del español. La palabra ha pasado a casi todas las lenguas. El italiano lo llamó pomo d´oro, fruto de oro, y ha pasado al ruso pomidor. El consumo es enorme en todo el mundo. Ya sé no que no viene a cuento, pero es una vergüenza lo que la industria alimentaria está haciendo con el tomate. Claro, fue el primer transgénico autorizado. ¡Señores, que no saben a nada!

CEBOLLA

En latín era cepulla, diminutivo de cepa. Y se cree que pertenece al fondo léxico mediterráneo. De la misma raíz son nuestra cepa y cepellón. Portugués cebola, catalán ceba. La lenición o suavización (fenómeno que ya conoce el asiduo lector de estos articulitos) convierte la p de cipulla en b de cebola, ceba o cebolla. Como lupus > lobo, o apicula> abeja. En euskera es bonito, tipula. Es extraño el francés oignon, que se cree que viene de unionem, porque la cebolla es un bulbo unitario, no se compone de gajos como el ajo, por ejemplo. Las cebolletas son una variedad de menor tamaño, y los cebollinos, muchísimo menor. Los calçots, ese plato típico catalán, dicen que son cebollas tiernas. Calçot deriva de calzar, porque se amontona tierra en torno a la planta, para que esté más tierna, como que se la calzara.

PEPINO

El latín llamaba pepón al melón, así que frente al que parecía aumentativo se inventó el diminutivo pepino. Pepón era un préstamo del griego, la palabra πέπων, que no es ningún aumentativo sino un participio que significa maduro, digerible. Pero es gracioso que, cuando a un melón poco maduro lo llamamos pepino, estemos jugando, sin saberlo, con una cercanía semántica tan antigua. La raíz pep- es la que está en pepsina, péptidos, la de la Pepsi, hablando claro. Πέψις (pepsis) significa digestión.

PIMIENTO

Es la evolución de la palabra pigmento, del latín pigmentum, con la normal diptongación, e acentuada > ie. Esta palabra en plural es pigmenta, y ya existía la palabra pimienta en la Edad Media, porque esa especia, o sucedáneos, daba color a la comida. La búsqueda de las especias fue el motor del Descubrimiento. Colón siempre creyó que estaba en Asia y buscaba como loco la pimienta. Ya escribió sobre el pimiento en el Diario de a bordo del primer viaje y lo trajo a España, donde fue rápidamente difundido su cultivo y consumo. En América era llamado ají en taíno, chile en náhuatl, y con otros nombres. Luego vino lo de guindilla (diminutivo de guinda) para los que pican, y los de Padrón, que unos pican y outros non. Y pimentón, Cayena, mojo picón, piquillo, morrón... el mundo del pimiento tiene una riquísima variedad. Tenemos ajilimójili (de ají y mojar, creación jocosa, imitando algún latinismo). Pigmentum es de la familia del verbo latino pingo, pintar, raíz que comparte con las lenguas indoeuropeas más alejadas.



¿Qué tal quedó la ensalada?

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