Habría que procurar tener una
sensibilidad cuidada, propia de seres humanos sensatos y bien
formados. Sólo con ella seríamos capaces de captar lo valioso de
la vida, que no siempre aparece pronto, sino que muchas veces
permanece recubierto de velos, que hay que saber suprimir para que
resplandezca lo humano. Hay que observar mucho y preguntarse mucho
para lograr que la vida se desvele y nos muestre su esencia, su
paradójica y misteriosa esencia.
Buenas noches.
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