viernes, 29 de julio de 2016

Los viernes, etimologías 122. Productos agrícolas y IX. Más verduras



APIO

En latín era apium, palabra que ya los romanos y san Isidoro relacionaban con apis, abeja, porque es una planta que atrae mucho a las abejas. En principio apium designaba a la vez al perejil y al apio, y cuando hablan de coronas de apio, sabemos que se refieren a coronas de perejil para celebrar o adornar a los vencedores, hasta que en el siglo I se empieza a llamar petroselinum al perejil. El apio era corriente en todos los huertos romanos y se consumía normalmente.

PUERRO

En latín era llamado porrus, así que diptonga con regularidad y da puerro, como portus > puerto o porta > puerta. Aquí podríamos dejarlo, y se acabó. El problema surge si se compara con porra, palabra que no está diptongada. Después de cien argumentaciones, Coromines decide que porra es de origen incierto. Porra es común al castellano, catalán y portugués y es centro de una gran familia: porrazo, aporrear, porrada, a porrillo, en porreta (desnudo, como el puerro tierno, aún sin que le hayan crecido las hojas verdes que lo cubren). Y está porro, vulgarismo que designa al cigarrillo de marihuana, que debería derivar, supongo yo, de porra y no de porrus / puerro. ¡Tanto problema por un triste diptongo! Y eso sin entrar en porrón, sí, el del vino, palabra que ha entrado desde el mozárabe.

BERENJENA

De origen sánscrito, la palabra pasa al persa y de este al árabe, y de la forma árabe bedinyena viene nuestra berenjena. En catalán tiene el ártículo árabe al, albergínia. Del catalán derivan las formas francesa y alemana, aubergine. En portugués es berinjela, euskera berenjena. Otra vía de penetración del arabismo es el italiano, en el que la contracción del latín melo (fruto) y la forma árabe dialectal bandigian produce melanzzana.

ALCACHOFA

Es otro arabismo. Del árabe hispánico harsufa con artículo árabe al, se originan el castellano alcachofa, portugués alcachofra, euskera alkatxofa, y de estas formas el francés artichaut e inglés artichoke. Por su parte no conservan el artículo árabe el catalán carxofa e italiano carciofo.

CALABAZA

El castellano calabaza y catalán carbassa conservan una palabra prerromana, seguramente ibérica, relacionada con galápago, por la relación entre la cáscara dura y el caparazón. Hay quien defiende que la palabra ibérica podría haber sido traída por los griegos, que en su primera colonización habrían traído las semillas y la palabra. La palabra portuguesa abóbora también tiene un supuesto origen griego, ἀποφορά (apoforá), que significa "para llevar algo", pues de siempre la calabaza ha servido de cantimplora a peregrinos y otros personajes extraños.

NABO

Del latín napus. La p intervocálica se sonoriza como en lupus > lobo o cipulla > cebolla. Se consumía prácticamente a diario en Centroeuropa durante la Edad Media, hasta que fue desplazado por la patata. Se consumen su suculenta raíz y sus hojas, los riquísimos grelos de la cocina gallega, y cuando se marchitan, son forraje para los animales. Grelo deriva del diminutivo de germen, germello.

RÁBANO

Viene del latín raphanus, y este del griego ῥάφανος (ráfanos). Era la hortaliza más barata en los mercados romanos. Por eso seguimos diciendo. "Me importa un rábano".
Y hasta aquí los productos agrarios. He seleccionado los más importantes, o los que a mí me han parecido más importantes. Antes de acabar voy a referirme a las setas, esos hongos comestibles, silvestres y a veces cultivados.

SETA


La palabra es exclusiva del castellano. Hay varias teorías sobre su origen. Unos creen que está relacionada con seda, por los filamentos, hilos finos que son algunos hongos. Coromines se inclina por un origen griego, σηπτά (septá, cosas podridas), aplicado a mohos, hongos, palabra que habría llegado en el lenguaje de médicos y boticarios. Esta palabra es de la misma raíz que asepsia, septicemia o antiséptico.

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