Una de las peores cosas que puede hacer
uno en la vida es autoengañarse. Se logra fácilmente
acostumbrándose a mirar para otro lado. Uno puede querer e, incluso,
creer que la vida es un paraíso lleno de risas, de alegrías y de
calma; y del resto, ni caso. Esa vida es mentira. Esa es una vida
vacía, ficticia, en donde no es posible una de las características
más importantes de la vida: la intensidad. Vivir es vivir con todo,
con lo agradable y con lo desagradable, con lo sano y con lo
decrépito, con lo bello y con lo feo, con la risa y con el
sufrimiento. Esta es la vida de verdad. Una vida que expulse algo de
su interior es una vida de mentira. Es posible que esta otra vida
sea aparentemente más agradable, pero será fofamente agradable.
Tarde o temprano se perderán las ganas y el entusiasmo por vivir una
vida así.
Esta es una de las razones que
invalidan un estilo de vida individualista, como el que nos quieren
imponer estos degenerados neoliberales. Una vida intensa, verdadera,
es muy difícil de vivir en soledad, aislado, como si uno fuera el
único ser valioso del universo. Las alegrías están para alegrase
con quien está alegre. El sufrimiento está para ayudar a quien
sufre. Lo agradable está para compartirlo con todos. Lo desagradable
hay que intentar eliminarlo, pero también entre todos.
No nos podemos autoengañar. La vida es
lo suficientemente compleja como para que la simplifiquemos diciendo
que sólo vale lo agradable. La vida es todo lo que hay. El ser
humano no es alguien que sólo esté dispuesto a participar en lo que
le gusta porque sólo se sienta capaz de hacer eso. Estas debilidades
terminan siempre aceptando otros mundos supuestamente perfectos, pero
ilusorios. El ser humano tiene que estar para todo y para todos.
La vida de verdad es una experiencia
muy intensa, en donde puede pasar de todo y en la que cada día es lo
suficientemente importante como para que no perdamos ni un minuto en
bobadas. Es urgente vivir a tope cada día.
Y ahora, abrázate a lo agradable del
día y duérmete sin soltarlo. Vivir no es lo mismo que dormir. No te
olvides de los que te necesitan y mándales cariño. Buenas noches.
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