Una persona noble es aquella que no
tiene malicia ni en lo que piensa, ni en lo que dice ni en lo que
hace, que siempre te cree, sin dudar de tu intención, y que procura
que se dé lo mejor para todos y en todas las circunstancias. Una
persona noble tiene deseos nobles, generosos y que intentan conseguir
el bien de todos. Imagínate por un momento que en tu mundo todos
fueran nobles, todos desearan de verdad el bien de todos y que todos
intentaran hacerlo real. Creo que no sólo la bondad, sino también
la belleza que surgiría de un grupo de personas así serían
estremecedoras. Hay veces en las que uno no puede conseguir que sea
real lo que quiere, pero al menos queda el deseo noble, la buena
voluntad como la base humana de la vida buena.
La noche es el jardín por donde vuelan
los deseos. Los buenos deseos nos construyen como personas buenas.
Antes de que te abandones en el país de los sueños, deséale lo
mejor a todas las personas a las que quieres. Y mañana, si es
posible, intenta que esos deseos se conviertan en realidad. Duerme en
esa nube cálida que forman los buenos deseos y descansa mucho.
Buenas noches.
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