martes, 28 de mayo de 2013

Buenas noches. La belleza del beso





El beso es una convención que nos relaciona con las otras personas. La mera existencia del beso demuestra la necesidad que tenemos de dar cariño y de recibirlo. ¿No has sentido nunca la necesidad de dar un beso? ¿No te gusta que te besen? El beso es la manera más sencilla y más noble de mostrar el cariño entre dos personas. Digo 'noble' porque los besos deben ser nobles, esto es, desinteresados, sin que se los use para obtener con ellos algo a cambio.

La belleza del beso está en lo que simboliza. No es sólo el contacto físico agradable de unos labios con una parte del cuerpo de la otra persona. Lo grande del beso es que a través de él expresamos nuestra actitud y nuestros sentimientos y emociones. Un beso debe hablar y debe decir lo que las palabras no aciertan a explicar con intensidad. Un beso bello requiere una cierta calma, un contacto físico, una acción de los labios que haga que la otra persona sienta que está siendo besada, un cierto sonido que realce lo que se está haciendo, una sonrisa que acompañe lo que se está dando y lo que se está recibiendo con el beso.

Nunca entendí esos besos que se dan al aire, que parece que amagan, pero que se quedan en un leve roce de mejillas. He visto y he sentido besos protocolarios, forzados, huecos, sin alma, mudos, de compromiso, incluso tirados al viento. Siempre me han parecido muecas bobas, meras rutinas vacías, pero no besos. Tampoco entiendo mucho dónde está la frontera más allá de la cual un beso parece que se transforma en no sé que cosa casi íntima que se considera 'amorosa'. Esto me parece de una antigüedad bastante rancia. Un beso, si quiere ser humano, si quiere ser bello, tiene que ser un acto de toda la persona. Besamos con los labios, pero, a través de ellos, el beso debe poder transmitir todo el afecto, el cariño y la consideración que nos merece la persona besada. Si me presentan a alguien, no quiero que mi beso le dé una impresión de indiferencia, sino de acogida cariñosa. Si quiero a alguien, no quiero que piense que mi beso es un acto protocolario y frío. Si te envío un beso por internet, quiero que pienses que, aunque estemos lejos, aunque puede que no nos conozcamos, te quiero transmitir mi cariño. Si te doy un beso, quiero que ese beso esté lleno, que entiendas con el beso que te estoy queriendo.

Me gustaría un mundo de besos llenos de vida, una vida llena de besos, porque esos serían un mundo y una vida bellos, humanos, vivibles, en donde el cariño brillaría por encima de tantas otras cosas sin valor. Por eso cada noche, a las puertas del sueño, intento que creemos una nube de cariño, de besos. Un símbolo de lo que podría ser un mundo bueno. Hoy te mando un beso que espero que te hable bien de mí. Buenas noches.


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