Tal día como hoy de 1759 nació Marianna Auenbrugger.
Tienes más información aquí.
El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
18 de julio.
18 de julio de 1936.
18 de julio de 2021.
18 de julio de cada año del futuro.
Noto en unos cada vez más memoria,
pero tantas veces maltratada, pisoteada.
En otros, veo un desvío de la mirada
hacia la incomprensión,
hacia la necesidad de haber ganado,
hacia la exclusión del diferente,
hacia la imposibilidad del entendimiento
y de la paz.
También hacia el odio.
Pero están quienes entienden
que la savia de la vida es el amor,
que el tejido del mundo es la concordia,
que todos tenemos todos los derechos,
que el odio tiene que acabar,
que el odio mata,
que el odio hace enfermar a quien odia
y sufrir a quien es odiado,
que el odio deshumaniza a todos,
que da igual odiar por las ideas
que odiar por el dinero.
Ojalá vengan días, años, vida
sin odio.
Ojalá vengan porque hayamos dejado de odiar.
El mejor libro es el que te gusta. Lo difícil es encontrarlo. La recomendación que hace para el verano el suplemento Babelia, de El País, puede ayudarnos.
Léela, si quieres, aquí.
La vejez es el estancamiento.
La vejez es defender que la realidad no es la realidad, sino mi realidad, que es la única que existe y la única que vale.
La vejez es ser cada vez más inútil, pero no darse cuenta de que se es.
La vejez es fortalecer la voluntad -los deseos- y debilitar la razón -los argumentos.
La vejez consiste en creer que solo vale lo que uno piensa.
La vejez es renunciar a aprender como la manera más idónea de vivir.
La vejez consiste en considerar a los demás como tontos, como incapaces de pensar.
La vejez consiste en hacer las cosas como el viejo las ha hecho durante toda la vida, cerrándole la puerta a cualquier novedad, no porque sea mala, sino porque es nueva.
La vejez no es un asunto de años, sino de mentalidad, de apertura de mente, de sentirse aún en el camino y de convencerse de que no se ha llegado a ninguna meta.
Pueden ser viejos los jóvenes, los adultos y los mayores.
Se pueden tener muchos años, pero no ser viejo, sino anciano.
Los ancianos son sabios, prudentes, respetuosos y siguen queriendo aprender.
Se puede ser viejo en cualquier profesión, por muy alto que sea el estatus de quien la practica.
Todos deberíamos aprender a situarnos en un segundo plano en cuanto empezara a aparecer en nuestras vidas algún síntoma de vejez.
Los viejos pueden hacer mucho daño.
La situación en Cuba es grave. Conviene informarse sobre lo que está pasando allí. El artículo del escritor y guionista cubano Alejandro Hernández da información interesante en su artículo Fiesta y velorio en La Habana, publicado en InfoLibre.
Puedes leerlo aquí.