Todos tenemos problemas. Al menos,
algún problemilla. Deberíamos pensar si la solución de estos
problemas tendría que afrontarla cada uno en soledad o si deberíamos
acostumbrarnos a ver como normal pedir ayuda a los amigos y que todos
colaboráramos para resolverlos. Te lo digo como una pregunta.
También deberíamos andar listos en ver, junto a nuestros problemas,
la suerte que tenemos en otras cosas, las cualidades positivas que
son también nuestras, todo lo que nos sale bien, esas cosas buenas
que alguna vez han dicho de nosotros. Tenemos todo el derecho del
mundo a presumir ante nosotros mismos de lo positivo que hay en
nosotros. Tú eres mucho más que tus problemas. Y mejor que ellos.
Esta noche te quiero enviar un abrazo
bien fuerte. Esta tarde yo tenía muchas ganas de abrazar o de ser
abrazado. Puede que ambas cosas sean la misma o no, no lo sé. Pero
por si a ti te pasa lo mismo, te mando un abrazo grande, fuerte,
apretado, cariñoso y alegre. Te soltaré para que duermas, pero
antes de que lo hagas, mándale tú, si te parece, tu abrazo a
quienes quieres. Te dejarán la mente propicia para que caigas en el
sueño y mañana puedas comerte el mundo a abrazos. Buenas noches.
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