El ser humano tiene la capacidad de
acertar, pero también la de equivocarse. El error es como el lamento
de la vida, que unas veces se escucha pronto y otras permanece
escondido debajo del orgullo o de la ignorancia. Hay errores nobles,
cometidos por personas limpias que se equivocan, y otros sucios,
interesados, frutos del interés y de la mala condición. Yo creo que
los primeros hay que perdonarlos siempre, porque no son fruto de la
mala intención. Los segundos son ya otra cosa. A nadie le pediría
que lo hiciera, pero sí que no intentara refugiarse en la venganza.
La nobleza y la dignidad humanas no hay que perderlas, me parece, ni
en las condiciones peores. No deberíamos bajar a los niveles en los
que vale todo y en los que se sitúan precisamente los que
criticamos. Una mente limpia es un tesoro demasiado valioso como para
que alguien desde fuera logre estropearlo.
La nube de cariño que generas cada
noche ha de ser limpia, pulcra y alegre, para que cuando descargue
sobre las personas a las que quieres, no les manche, no les llegue
nada más que amor puro. Así tu sueño será luego plácido y feliz.
Buenas noches.
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