Ayer no fue un buen día y hoy no se me
ocurre nada. Los buenos deseos permanecen, pero hoy te voy a tener
que dejar a ti que los encauces a tu gusto, sin que te sugiera nada.
Al fin y al cabo, se trata de que seamos autónomos (o sea, que cada
uno se dé a sí mismo sus propias normas y no tenga que obligarse a
seguir las que le dé el gallardón de turno). Voy a ver si me da el
fresco en la cara, por dentro y por fuera, y logro verle un poco la
gracia a todo esto. Un abrazo fuerte. Que tengas un buen día.
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