domingo, 14 de abril de 2013

Buenos días. Bailar




El bailarín no improvisa. Ejecuta los pasos del baile que estaban previstos, los usuales, pero lo puede hacer mejor o peor, con más o menos arte, con más o menos vida. Puede lograr comunicarse con los que lo ven o no lograrlo. El bailarín vive en un continuo riesgo ante la posibilidad de equivocarse o de que lo que hace no esté bien. Eso convierte al bailarín en un creador, en un artista, en un ser que lucha en la inseguridad, pero con las armas de la sabiduría. Estar vivo es ser un bailarín. Que bailes bien hoy. Buenos días.

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