Me viene una duda gramatical. ¿Es lo mismo decir que mío tío “ha muerto” o que “se ha muerto”? ¿Qué añade, si es que añade algo, el “se”?
Veamos algunos casos parecidos. Cuando uno abandona un lugar, en el norte es frecuente oír decir que ”marchó”. En cambio, en el sur se oye más decir que “se fue”. No sé si con el “se” se quiere insistir en el hecho de que fue él mismo el que abandonó el sitio y no simplemente constatar que desapareció. No estoy seguro de que esto sea así.
¿Es el “se” de “se murió” un “se” reflexivo, como en el caso de lavarse o mirarse? ¿Se muere uno mismo o la muerte viene como de fuera y uno se encuentra muerto cuando le llega el momento? Recuerdo un verso de Rilke que leí hace mucho tiempo y que no he vuelto a encontrar escrito, en el que el poeta le reza a su Dios pidiéndole:
Señor, dale a cada cual su propia muerte.
Si es "el Señor" el que da la muerte, el que la recibe, “muere”. En cambio, si la muerte se entiende como el cese de la actividad en la vida de alguien, quizás en este caso se podría entender como que “se muere”. Pero el acto de morirse suele ser involuntario, supongo yo, por lo que el “se” parece que pierde mucho del significado que se le podría suponer.
Si comparamos el morir con el vivir, podemos decir “ X murió” o “X se murió”. Decimos también que “ Y vive”, pero no que “Y se vive”. ¿Qué aporta el “se” en el caso de la muerte?
Me gustaría saber tu opinión sobre este asunto.
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Uff, asunto complicado, Manuel.
ResponderEliminarEsto de los 'ses' en lingüística es complicado. A veces ni los mismos lingüistas se ponen de acuerdo para solucionar estos "conflictos".
Hay ocasiones en que el uso o no de un "se" es meramente dialectal. Ocurre, por ejemplo, que en Extremadura y otras variedades meridionales del español es muy común escuchar el que alguien "se sueña" algo o con algo. Ese 'se' sería considerado como enfático, expresivo o coloquial. Puede que con el 'se' de morir ocurrar lo mismo, aunque yo desviaría la atención a la morfología pura y dura. Hay verbos que tienen formas "simples" y formas pronominales, es decir, que se expresan en infinitivo con 'se' o sin 'se', como por ejemplo el marcharse del que tú hablas, que puede usarse con o sin 'se'. Los hay que son pronominales "puros", como "arrepentirse" o "avergonzarse". Nuestro morir/morirse podría entenderse como uno de estos verbos que admiten el pronombre pero en los que no es obligado su uso.
Esto es una explicación puramente gramatical. A mí me gusta mucho más tu reflexión filosófica acerca de la muerte. ¿(Nos) vamos nosotros hacia ella o es ella quien (se) viene a nosotros?
Gracias, P., por tu comentario, tan lúcido y tan lucido como siempre. Tu última pregunta tiene mucha miga. Podría tirar por la calle de en medio y decir que ambos vamos a darnos el encuentro, pero no sé por qué tiendo a pensar últimamente que lo malo nos sobreviene, nos llega desde fuera.
ResponderEliminarSea como sea, la certeza de que hemos de morir debe llevarnos a la urgencia por vivir, a la necesidad de aprocehar cada día, cada minuto, para encontrarse uno a sí mismo viviendo.
Mucha vida, muchas gracias y muchos besos.
No sé, pero creo que ocurre con algunos otros verbos: se separó, (quiso separarse? por ejemplo)
ResponderEliminarPero creo que la muerte viene a uno, esté preparado o no.
Y supongo que añadirle el "se" da una idea de cercanía, para hablar de la muerte de alguien a quien conocemos.
Pues si se trata de alguien desconocido, se diría simplemente "murió"....
Bueno, eso creo....
También me resulta cercano este uso del "se", Charo, pero no había caído en la cuenta.
ResponderEliminarSin embargo, siendo real lo que dices y habiéndolo usado yo mismo, hay también un uso contrario a este, el del "se" impersonal. por ejemplo, mi madre, que casi no ve, nunca dice 'Yo no veo esto', sino 'Qué mal se ve esto'. Es como si alejara el problema de sí misma para difuminarlo y generalizarlo.
Estas son cosas de la filosofía del lenguaje, tan interesantes como difíciles.