jueves, 1 de mayo de 2014

miércoles, 30 de abril de 2014

Buenas noches. Déjalos hablar




¿Hace mucho que no dejas hablar a tus sentimientos? Porque de anécdotas, sucesos y demás historias para pasar el rato nos hartamos de hablar. ¿Por qué no expresamos lo que sentimos, lo que nos emociona? A veces creemos que somos seres racionales, que lo único que debemos usar es la razón. Pero no la usamos para pensar y conocer lo que hay y decidir qué es lo mejor que se puede hacer, sino para frenarnos, para desconocer lo que nos da miedo y para decidir que no vamos a hacer nada que nos saque de la rutinaria monotonía de lo de todos los días. La razón también siente, también se emociona, pero nos han acostumbrado a ocultar nuestros sentimientos, a dejarlos en el trastero para que se aburran y se mueran. Quizá deberíamos sacarlos a pasear. Quizá deberíamos dejar que hablaran. Veríamos cómo crecen y cómo crecemos nosotros con ellos. Buenas noches.

Buenas noches. Desnudarse




Hay días en los que me gustaría desnudar mi cuerpo. Hay días en los que siento necesidad de desnudar mi alma. Y hay días en los que no entiendo y no le veo sentido ni a una cosa ni a la otra. Buenas noches.

Buenos días. Aire




La felicidad es posible que empiece cuando puedes llenarte de aire los pulmones y expulsarlo relajadamente durante todo el tiempo que puedas. Buenos días.

El Calendario Musical de Bautista. 30/4/2014. Willie Nelson




Tal día como hoy de 1933 nació Willie Nelson

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martes, 29 de abril de 2014

Lo que veo cuando miro. Están engordando



El dentista me ha mandado comprar un irrigador dental, un artefacto bastante caro que echa chorritos de agua a presión sobre los dientes y las encías y expulsa todas esos restos de comida que el diablo, que debe de ser pariente de dentistas, va dejando en cualquier huequecillo que haya en la boca, por pequeño que sea.

Así que, como estoy en pleno periodo de adaptación corporal al verano que viene, adelgazando a base de bien y adquiriendo un body de escándalo para impresionar en la playa, me fui a ver si lo tenían en la farmacia más lejana, que afortunadamente es también la más barata, con sus ofertas, sus regalitos y sus detalles.

Las marquesas dirían que era horrorosa; mi madre, que qué barbaridad; los alumnos, que te cagas; el caso es que yo iba a una horrorosa velocidad que te cagas, ¡qué barbaridad!, porque me ha dicho mi enfermera que tengo que andar a buen ritmo.

Y en esas iba yo cuando se me han parado delante dos señores. Uno, así de entrada, sin el menor miramiento, con ausencia del menor atisbo de misericordia y como el que hace una gracia, le ha dicho al otro:

-Estás engordando ¿no?

El otro, pobre hombre, ha puesto cara de circunstancias y le ha dicho que sí, como queriendo cambiar de tema. No sé en qué habrá acabado la cosa porque yo iba a una velocidad horrorosa, que es como me ha dicho mi enfermera que tengo que ir. ¡Qué barbaridad!

El cacharro de enjuagarse la boca estaba de oferta, así que me lo he traído, a ver si los dientes me quedan como si nada hubiera pasado por ellos. He vuelto andando, claro, a una velocidad horrorosa que es que te cagas, ¡qué barbaridad!. A la salida de un paso de peatones, una señora de estas que no perdonan la presencia de un conocido y que se paran sin remedio a preguntarle algo interesante, del estilo de a dónde vas o de dónde vienes, se ha encontrado con un conocido. Cuando pasaba a su altura, oí a la señora que, con una sonrisa en la cara y una actitud de estar observando la realidad de arriba a abajo, le decía al buen hombre:

-Estás engordando ¿no?

La sorprendente coincidencia me hizo pensar que había salido a la calle una panda de gente de esa que no se mira jamás al espejo, no sea que se vea que está metido o metida en carnes. Pensé que si me encontraba con alguien de esa mafia y me hacía a mí el comentario, mi respuesta iba a ser un rotundo y algo subido de volumen “No”. Por si acaso, aceleré el ritmo, cosa de la que se alegrará mi enfermera, cogí una velocidad aún más horrorosa, de esas que es para cagarse del todo -por si me lee algún antiguo alumno, que lo entienda-, ¡qué barbaridad!, y llegué a casa sano y un poco más delgado.


Por lo que estoy viendo, este verano las playas van a estar llenas de gente con la silueta destrozada y el tipo fatal, porque están engordando de mala manera. Yo espero aparecer hecho un pincel, pero de los finos. Buenas tardes.

El Calendario Musical de Bautista. 29/4/2014. Duke Ellington




Tal día como hoy de 1899 nació Duke Ellington

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Buenos días. Alegrías y penas




Las alegrías compártelas en público, pero las penas, si es posible, exprésalas en privado. Es que suelen ser demasiado contagiosas. Pero no te las tragues ni las rumies en soledad. A estas alturas ya debes saber quién te puede escuchar. Buenos días.

¿Por qué hablamos de violencia de género?




Os invito a que leáis mi colaboración en la revista La llave del camino. La revista cultural de Astorga y el Camino de Santiago.

http://www.lallavedelcamino.es/por-que-hablamos-de-violencia-de-genero/ 

lunes, 28 de abril de 2014

Buenas noches. Muerte y vida



Sospecho que este post no le va a gustar a todo el mundo, pero yo lo considero como una reflexión necesaria y muy conveniente. El asunto es el de la vida y la muerte y viene a cuento de una consideración que hacía días atrás una amiga, en el sentido de que no entendía cómo no vivíamos todos cada día de la mejor manera posible, con nuestras mejores galas y con la mayor ilusión, como si fuera el último que fuéramos a vivir.

Creo que es real lo que dice esta amiga. Observo que hay personas que no disfrutan de cada día, de cada instante, como si lo fueran dejando para no se sabe cuándo. ¿Por qué hay personas que tienen unas ganas enormes de vivir y de vivir bien y, en cambio, otras prefieren pasar por aquí de cualquier manera y como si no les interesara demasiado?

A mí me parece que, en unas condiciones materiales determinadas, la intensidad en la vida es inversamente proporcional al miedo que esté metido en la mente de cada persona. Durante mucho tiempo, el arma que más se usaba en la educación heredera de la dictadura, en la Iglesia Católica y, en general, en quienes querían dominar las voluntades de los demás era el miedo. Una persona con miedo es más manejable y pierde las ganas de vivir intensamente, no sea que le pase algo, le digan algo o le condenen.

El gran miedo que estos poderes metían en la cabeza de la gente era el miedo a la muerte. Tanto miedo tenían a la muerte que ni se atrevían a pensar en ella. Para estas personas acostumbradas a la baja intensidad vital, a vivir de cualquier manera, la muerte era como si no existiera. No representaba la muerte para ellas nada.

Y, sin embargo, es evidente que nos vamos a morir. No sabemos ni siquiera cuándo, pero es seguro que nos moriremos, porque eso es lo natural. Imagínate por un momento que no nos fuéramos a morir nunca, que fuéramos inmortales. ¿Tendrías alguna prisa, algún interés por hacer algo? No. Daría igual hacer algo hoy o el año próximo o el siglo próximo. Ya se haría. ¿Qué prisas habría? Ninguna.

Si no piensas en que te vas a morir, vives como si fueras a ser inmortal. Si, por el contrario, te das cuenta de que somos limitados, que nos vamos a morir aunque no queramos, lo que te entra es una enorme urgencia por vivir. Tienes que llenar todos y cada uno de tus días de vida porque si no lo haces, desperdicias tu tiempo y tu propia vida. Y tienes que vivir de la mejor manera posible, porque no tiene sentido alguno hacer las cosas mal, pudiéndolas hacer bien. Nadie hace la comida mal por gusto, sino que intenta que le salga rica para que sea más placentera. Lo mismo ocurre con la vida. Y dado que nos vamos a morir todos y que la vida es de todos, tenemos que procurar vivir todos y de la mejor manera posible.

Así que sé que me voy a morir y que nos vamos a morir todos. Por eso tengo unas ganas enormes de vivir, de que vivamos y de que vivamos bien. Y por eso me emociona ver a personas vivas, que rebosan vida por todos sus poros. Vivirán de una manera o de otra, pero huelen a vida, saben a vida, se les nota que están vivas. Si quieres vivir bien, procura recordar que te vas a morir. Buenas noches.