Tal día como hoy de 1825 nació Cristóbal Oudrid.
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El problema fundamental de la vida es un problema ético. ¿Cómo actuar hoy para crear un mundo más humano? ¿Cómo actuar de manera humana para crear un mundo mejor?
El periódico Astorga Redacción ha tenido la amabilidad de publicarme el artículo Erudición y Cultura. En él se habla de cómo puede haber personas que sepan muchas cosas, pero que no sean cultas, y personas que no tengan grandes conocimientos, pero que tengan un sentido humano de la vida.
Puedes leerlo pulsando aquí.
Hay veces que no se puede, que uno no es capaz o que la vida no le deja. Hay que seguir adelante como se pueda.
2 de febrero de 2016
Ni estamos solos en el mundo ni nuestras ideas son las únicas posibles.
Quiérele/la/lo a fondo perdido, sin pedir nada a cambio. Solo así podrás encontrar a una persona que te quiera a fondo perdido, sin pedir nada a cambio.
31 de enero de 2015
Escucha hoy música.
Observa todo lo que tienes. Disfrútalo. Es posible que antes no lo tuvieras y quién sabe si en algún momento no podrás disfrutarlo. Sé consciente de lo que tienes, de cómo vives, y disfrútalo, pero no te sientas orgulloso de ello. Lo tienes gracias a tus circunstancias. Si hubiesen sido otras, es posible que no lo pudieras disfrutar. Es mejor que vivas dando gracias a la vida, a todo lo que, ajeno a ti, ha hecho posible que vivas como vives. Y comprártelo todo de la mejor manera que puedas.
29 de enero de 2019
En la medida en que baja la cultura -que no es saber cosas, sino saber vivir-, desaparecen los valores conquistados.
28 de enero de 2020
Su belleza asaltaba a cualquiera y se introducía con fuerza a través de todos los sentidos. Sin embargo, ningún gesto, ningún valor llegaba a la mente para echar allí sus raíces y florecer. Era una belleza estéril.
27 de enero de 2020
Cada cual sabe lo que son unas manos bonitas.
Las manos, quizá por su propia estructura, ofrecen muchas posibilidades para que se muestre en ellas la belleza: la longitud de los dedos, la forma de las uñas, la tersura de la piel o la ligereza de los nudillos.
Pero, como en todo lo bello, el tiempo, esa suave e inexorable brisa que nos empuja a todos hacia donde él desea, se ceba en ellas.
En el tiempo las manos conservan siempre su belleza, pero cada día más como en un recuerdo, como invitando a que imaginemos lo que fueron a partir de lo que vemos.
Las manos van mostrando también lo mejor de la vida de la persona a quien pertenecen, sobre todo, si esa vida ha transcurrido llena de amor y de cariño.
En la forma de las manos van quedando las huellas de las caricias con las que han obsequiado a quienes han querido.
Cada día las manos se van adaptando a esas otras manos que le acompañan en la vida, se van moldeando para compenetrarse con ellas.
Su textura va dejando de ser la de la suavidad de una piel joven, para convertirse en la de una piel cálida, acostumbrada a mostrar el cariño con el suave movimiento acariciante de los dedos o con la generosa presión de estos sobre los del acompañante.
Las manos de la persona amada terminan siendo parte de nuestra propia piel, sentimos su discurso, notamos sus peticiones, sus deseos o sus dudas.
A veces las manos dicen más que las palabras que salen de la boca.
26 de enero de 2019
Nadie es absolutamente bueno ni absolutamente malo. Nadie es absolutamente inteligente ni absolutamente tonto. Todos somos más o menos de todo. Por eso es necesario que tengamos espíritu crítico para distinguir unas cualidades de otras, sobre todo en uno mismo, y también la suficiente nobleza para descubrir y admitir lo positivo que tienen los otros.
Pongo aquí el enlace al artículo que Yolanda Domínguez ha publicado en el Huffpost. Es conveniente que conozcamos cuáles son los valores que el Ayuntamiento de Madrid, gobernado por PP y Ciudadanos, con el apoyo de VOX, pretende eliminar.
Puedes leerlo pulsando aquí.
25 de enero de 2020
Las mentes menos evolucionadas siempre han pensado que las cosas son como son, y que lo son eternamente.
No se trata solo de alegrarse de poder comer cada día, sino de disfrutar de cada bocado como si fuera una fiesta.
22 de enero de 2018
El problema de saber lo que podemos hacer es de adolescentes. Lo que se plantea una persona adulta es lo que debemos hacer.
21 de enero de 2018
La vida es una lucha incesante por salir de nuestra inhumanidad original, de nuestra animalidad natural, para conquistar, mediante la cultura, nuestra propia humanidad.
20 de enero de 2020
Hay mucho ruido en el mundo.
Ayer fue el tal Rubius, un tipo que vive de influir en los ciudadanos más tiernos, pero que no quiere aportar nada al bienestar de aquellos sobre quienes influye.
Hoy es un tal Manuel Villegas, un tipo del PP, médico, para más INRI, y consejero de Sanidad de Murcia, para que la afrenta y el descrédito sean aún mayores, quien, junto con cientos de funcionarios y altos cargos de la Consejería y del Servicio Murciano de Salud no asistenciales, se ha vacunado, saltándose la ley, justificando el acto “porque es médico” y considerando, al parecer, que su vida es más importante que la de los ciudadanos a quienes administra.
La moral murió hace algún tiempo, y cuando muere la moral surge la caradura y el egoísmo. No hay nada más bajo para el ser humano, ni más degradante ni más repugnante que el egoísmo. La gran desgracia de nuestro tiempo es que en nuestra sociedad crecen los egoístas como crecen los gusanos en un cuerpo muerto.
No tengo ningún interés en morirme, pero afortunadamente no veré toda la mierda que viene detrás.
19 de enero de 2016
Uno no importa nada, si lo que importa es la otra persona. No se trata de ser héroes, ni de sacrificar la vida, sino de ser humanos, de sentirse uno entre muchos que te necesitan, que nos necesitamos. Vivir no es vivir mi vida, sino la vida, la de todos. No se trata de renunciar al placer, sino de compartirlo. No se trata de instalarse en el sacrificio, sino de compartir las alegrías, y el tiempo y las oportunidades. Sólo olvidándose de uno mismo, se acordará la vida de ti.
18 de enero de 2016
Al parecer, hoy es el Blue Monday, el día más triste del año, según la Universidad de Cardiff, nada menos.
Deberíamos escuchar a quien está hablando
sin interrumpirlo, sin entorpecerlo,
sin dificultarle su discurso.
Deberíamos escuchar lo que dicen los tiempos,
lo que necesitan las personas,
lo que duele en el mundo.
Deberíamos escuchar sabiendo que es la única puerta
que abre el camino del aprender,
de la sabiduría y de la vida buena.
Deberíamos escuchar la naturaleza
y cuidarla incluso con más cariño
que el que pone ella en cuidarnos a nosotros.
Deberíamos escuchar el canto de los pájaros,
el discurrir del agua en el río y en el mar,
el grito del viento que huye de una temperatura a otra.
Deberíamos escuchar a las personas,
pero también a los animales, y a las plantas,
y a la tierra y a todo lo que habla sin decir palabra alguna.
Deberíamos escuchar la gran creación humana, la cultura:
las formas buenas de vivir, las artes, la ciencia,
todo lo que ha sido creado para hacer más humanos a los seres humanos.
Deberíamos escucharnos a nosotros mismos,
dejando aparte los ruidos que nos ensordecen
y oyendo con atención lo que somos, lo que vamos siendo.
Deberíamos callarnos de una maldita vez y escuchar.
Escucharlo todo, redescubrir el silencio, la potencia creadora del silencio
y la solemne necesidad y obligatoriedad del respeto.
Deberíamos escuchar.