¿Cuántos venderían su alma al diablo por pertenecer a un linaje de comediantes o por mantener una relación estrecha con célebres figuras del celuloide, con tal de hacerse un hueco en la industria cinematográfica y ascender a lo más alto? Muchos y muchas, sin duda. Sin embargo, cuando estas circunstancias se dan, no siempre resultan favorables. Eclipse, penumbra, expectativas, obstáculos, delirio...
Puedes leer el artículo de María Rodríguez Velasco pulsando aquí.
.webp)

No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes expresar aquí tu opinión.