GUISANTES
Parece
que viene del romance andalusí bissaut,
procedente de la contracción de su nombre latino pissum
sapidum,
guisante sabroso, para diferenciarlo de variedades forrajeras.
Coromines defiende que bisante
evoluciona a guisante
por influencia de guisar.
Se discute si pissum
es préstamo del griego πίσον
o πίσος
(pison o pisos), o ambos, latino y griego, proceden de una lengua
previa mediterránea. El nombre latino pissum
es la base del francés pois,
del catalán pèsol
(del diminutivo pisulum,
como el italiano pisello).
El portugués lo llama ervilha,
de la raíz que da el castellano arveja,
otra leguminosa. En euskera es ilarra
o idarri.
Supongo que estará muy estudiado qué cultivos mantienen en euskera
nombres autóctonos y cuáles tienen nombres latinos o castellanos.
Hay una variedad de guisante, que en Aragón se cultiva mucho, el
bisalto,
y con ese nombre están en el mercado, muy tierno, cuyo nombre
conserva muy bien el original bissaut.
HABAS
En
latín eran fabas,
de una raíz indoeuropea, bhabha,
de la que viene también el inglés bean.
En el Imperio Romano se cultivaban muchísimo, tanto para
alimentación del ganado como para el consumo humano. Frescas,
guisadas, tostadas, en harina para puré, gachas, o mezclada con
harina de trigo para hacer pan. Era normal el consumo entre las
clases populares, los soldados en campaña y los gladiadores. Había
un refrán, "fabas
indulcat
fames",
las habas endulza el hambre, algo así como "a buen hambre no
hay pan duro". Pero las habas estaban ligadas a creencias y
tabúes; los pitagóricos, y los órficos, las tenían prohibidas, un
sacerdote de Júpiter no podía ni verlas, ni decir su nombre; todo
por la creencia en que eran el alimento de los muertos, o porque
alojaban las almas de los muertos, y también por cierta similitud
con el glande. Fabas
se llama a las judías en Asturias, para la riquísima fabada.
Y de haba
deriva habichuela,
del mozárabe fabichela,
nombre dado a las judías o alubias en muchas zonas del español,
como vimos en la anterior entrega.
ALGARROBAS
El
algarrobo es un árbol, pero es una leguminosa. Si separamos el
artículo árabe al,
comprendemos el catalán garrofa,
francés caroube,
italiano caruba.
El origen es el persa jarlup,
a través del árabe al-harruba,
que significó quijada de burro, por el enorme tamaño de la vaina.
Tenemos la palabra sin el artículo árabe en garrafal,
igualmente por el tamaño de la vaina; un error garrafal es un error
enorme. La semilla tiene un tamaño tan uniforme que su nombre griego
κεράτιον
(keration, cuernecillo), dio lugar, a través del árabe, a quilate,
unidad de peso en joyería, palabra que ha pasado a todas las lenguas
del mundo.
YEROS,
ARVEJAS,
VEZA
Son
otras legumbres menos cultivadas, para forraje, de nombres
intercambiables por zonas, incluso con los guisantes, por su
similitud y parentesco. La ALFAFA
es una legumbre ampliamente cultivada para forraje. Alfalfa es
palabra árabe, de origen persa. En aragonés, alfalce.
ALTRAMUCES
Del
árabe turmus,
y este del griego θέρμος
(thérmos). Vulgarmente son llamados chochos,
del árabe sos,
del latín salsus,
salado. Por la forma de sus dos cotiledóneos se asocia a la vulva,
vulgarmente llamada chocho.
CACAHUETE
Viene
del náhuatl tlalcacauatl,
de tlalli
(tierra) y cacauatl
(cacao), cacao de la tierra. Así que cacahuete
y cacao
están emparentadas.
La
palabra LEGUMBRE
viene del latín leguminem.
Había entre los romanos una etimología popular que lo relaciona con
legere,
recolectar, también leer. Pero hoy se cree que la palabra no es
indoeuropea, sino del fondo léxico mediterráneo.